Consternación y solidaridad. Dos sentimientos contrapuestos pero que, en cierto modo, uno lleva al otro. Los valencianos, desgraciadamente, los revivieron a principios de este mismo año con el incendio del edificio de Campanar y los están ejerciendo en los últimos coletazos de un 2024 infausto para la capital del Turia a causa de la mortal DANA que ha azotado a buena parte de la provincia de Valencia