Un vecina habla desde su ventana al no poder salir de su vienda por el bloqueo de la puerta en la localidad valenciana de PaiportaEFE

«Han entrado a robar pisando a dos personas fallecidas»: los valencianos se hartan de los saqueos

La indignación crece en Benetússer ante el saqueo de comercios en medio de la tragedia de la DANA

La situación en Benetússer ha alcanzado un punto de desesperación, donde los saqueos se han convertido en un fenómeno inaceptable en medio de la devastación provocada por la DANA. La tragedia, que ya ha dejado un profundo impacto en la comunidad, ha sido empañada por actos de vandalismo y robo, que han suscitado un fuerte rechazo entre los vecinos. En este contexto, el testimonio de Ángel Aldama ha resonado con fuerza, destacando la falta de humanidad que se ha evidenciado en los últimos días.

Aldama compartió su angustia en una entrevista con la cadena de televisión À Punt, relatando una experiencia que muchos considerarían inimaginable: «Han entrado a robar pisando a dos personas fallecidas». Esta impactante declaración subraya la gravedad de la situación y la falta de respeto hacia las víctimas y la comunidad en general. Aldama expresó que «ha sido una de las cosas más terroríficas que he visto», reflejando el horror y la impotencia que sienten los residentes al ver cómo algunos individuos aprovechan la tragedia para saquear.

Los saqueos no solo han afectado a los comercios, sino que también han sembrado el miedo en la comunidad. Muchos se sienten inseguros en sus propias calles y reclaman una respuesta más contundente de las autoridades para frenar estos actos delictivos. La sensación de desamparo se hace palpable, y las críticas hacia la falta de vigilancia y control crecen entre los ciudadanos que han visto cómo el orden se desmorona en medio de la crisis.

Este fenómeno de saqueos ha exacerbado la crisis humanitaria en la localidad, donde muchos habitantes están lidiando con la falta de suministros básicos. La presencia de cuerpos sin vida en el lugar de los robos ha generado un nivel de horror que solo se ve incrementado por la codicia de aquellos que buscan aprovecharse de la desesperación ajena.