Los efectos devastadores de la DANA siguen varios días despuésEFE

Un vecino de Aldaya denuncia que hay gente vendiendo el pack de agua a 7 euros y robando cosas de las tiendas

La especulación y el pillaje marcan la crisis del agua potable en las localidades afectadas por la DANA en Valencia

La reciente DANA que ha devastado varias localidades en la provincia de Valencia ha desatado una ola de solidaridad entre los vecinos que se organizan para ayudar a los afectados. Sin embargo, esta tragedia también ha dado pie a prácticas abusivas que aumentan la desesperación de quienes enfrentan la falta de agua potable. Un vecino de Aldaya ha denunciado en su cuenta de TikTok (@jona_atomico) cómo algunas personas están vendiendo packs de agua a precios exorbitantes en un momento de extrema necesidad.

En su video, el denunciante señala: «En esta calle de Aldaia hay unos paquistaníes vendiendo el pack de seis botellas de agua a siete euros. Me parece vergonzoso. Está la gente aquí que no tiene para beber y venden agua a siete euros». Esta situación es aún más alarmante dado el contexto: «Me he enterado de lo mismo en dos sitios más. Hay pueblos con decenas de personas desaparecidas, es vergonzoso que aquí no venga ninguna persona», agrega el vecino, reflejando la indignación que siente por la falta de control en una situación crítica.

La denuncia de este vecino se enmarca en un panorama donde la búsqueda de agua potable se ha convertido en una odisea. En localidades como Calicanto, Picanya y Aldaya, los precios se han disparado y muchos comerciantes no dudan en aprovechar la desesperación de los afectados. La situación es tal que en algunos establecimientos, el precio del agua embotellada ha llegado a alcanzar cifras como los 7 euros por un pack de seis botellas, cuando, en circunstancias normales, este precio sería inaceptable.

El video de TikTok no solo destaca la especulación, sino que también pone en evidencia el descontrol que impera en algunas de estas áreas. Durante su grabación, el vecino capta a otra persona robando productos de un local y le recrimina: «Este hombre cogiendo cosas mientras estamos limpiando. Esto es lo que está pasando y no hay un p... policía o militar en las calles». Esta imagen de caos y abuso contrasta fuertemente con el esfuerzo de aquellos que se han volcado a ayudar, y resalta la necesidad urgente de una respuesta más efectiva por parte de las autoridades.

La indignación por estos actos no es aislada. Muchos residentes han expresado su frustración al ver cómo algunos aprovechan la tragedia para enriquecerse, en lugar de colaborar en un momento que requiere unidad y solidaridad. La comunidad ha comenzado a pedir que se tomen medidas para regular la venta de agua y se establezcan precios justos en un momento en el que la vida de muchas personas depende de este recurso esencial.