Reconstrucción del proyecto que tenía pensado Joan Ribó (Compromís) para el río TuriaAyuntamiento de Valencia

La izquierda valenciana quiso devolver el agua al antiguo cauce del Turia: «Las grandes inundaciones se dan cada 200 años»

Durante su mandato, el exalcalde Joan Ribó tenía proyectado 'renaturalizar' el espacio, actualmente un parque que recorre toda la ciudad, lo que habría podido suponer una catástrofe todavía peor

La Comunidad Valenciana acaba de sufrir estos días el que ya ha sido el temporal más catastrófico de su historia: cientos de muertos y miles de desaparecidos, pueblos enteros inundados y daños materiales incalculables. Tras el paso de esta DANA la población ha recordado un elemento clave que ha evitado que esta tragedia se multiplicase por diez y arrasase toda la ciudad de Valencia a su paso: la obra del cauce del río seco.

Y es que, de no ser por esta obra de ingeniería faraónica construida hace más de 50 años durante la época del franquismo y denominada 'Plan Sur', las inundaciones provocadas por este último temporal habrían sido incalculables.

Una construcción que ha funcionado como salvavidas para Valencia y que casi no hubiese existido en la actualidad si el exalcalde de la ciudad Joan Ribó hubiese llevado a cabo sus planes de revertir la zona y que el agua del Turia volviese a correr por el cauce y atravesase todo el núcleo urbano.

La ciudad de Valencia se construyó alrededor del Turia y hasta hace 70 años, el río atravesaba todo el núcleo urbano por la mitad, recorriéndola de oeste a este. Pero en el año 1957 la 'Gran riada' inundó toda la ciudad, alcanzando los 3 metros de agua en algunas zonas y dejando 84 muertos.

Tras la tragedia, el Gobierno franquista de aquel entonces mandó construir el conocido Plan Sur, una megainfraestructura que erradicó el peligro de inundaciones, abriendo cientos de anegadas de huerta y desviando el agua del Turia para que no atravesase la ciudad.

Imagen de la Gran Riada de Valencia en 1957Federación Valenciana de Municipios y Provincias (FVMP)

Este 'salvavidas' que ha mantenido Valencia seca y a salvo de las riadas durante más de 50 años es el proyecto con el que quería acabar Ribó durante su mandato. En su agenda política, el exalcalde tenía una propuesta que consistía en recuperar el cauce ecológico del río por el nuevo cauce, convirtiendo el terreno en un gran corredor verde, que conectaría el Parque del Turia con la Albufera.

Una obra que, de haberse llevado a cabo, no solo volvería a correr agua en el cauce, sino que el lecho también habría tenido un uso ciudadano, por lo que, además, habría sido una zona construida y transitada, también durante esta última DANA.

Joan Ribó, en una imagen de archivo, visitando una obra durante su etapa ocmo alcalde ValenciaEuropa Press / Rober Solsona

Esta idea fue defendida por Ribó durante su programa político y su ejecutoria, asegurando que ya tenía en marcha un anteproyecto realizado por un equipo multidisciplinar del consistorio que había llegado a la conclusión que «renaturalizar» el nuevo cauce era «viable».

La idea era convertir el lecho del Turia en una infraestructura similar a la del Manzanares en Madrid o lo que se había hecho en la ciudad de Los Ángeles, según afirmó Ribó.

El anteproyecto tenía tres ejes de intervención. El hidráulico era el primero, que pretendía recuperar el cauce ecológico y que además contemplaría un cauce «de reserva» con zonas inundables para soportar avenidas medias de agua. Es decir, una infraestructura que no hubiese podido resistir la DANA actual.

Según las declaraciones de Rafal Rivera, arquitecto de la esfera de Ribó en su momento, el lecho completo se reservaba para grandes inundaciones, pero «que solo se producen cada 200 años, por lo que no tiene sentido tener sin uso el resto de cauce».

Unas declaraciones muy peligrosas, ya que se trata de un fenómeno atmosférico imposible de predecir en exactitud y mucho menos sus posibles daños o consecuencias. De esas palabras de Rivera en 2019 tan solo han pasado cinco años y la ciudad de Valencia ha sido azotada con la mayor inundación de su historia, que se hubiese agravado a niveles inimaginables si el proyecto de Ribó se hubiese llevado a cabo.

Tras presentar su propuesta de forma pública, el equipo del exalcalde debía detallar el proyecto y presentarlo ante el Ministerio de Transición Ecológica para recabar su aprobación. El motivo es que, además, el suelo sobre el que se asienta la infraestructura no pertenece al Ayuntamiento de Valencia, sino a la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), una organización que en su momento ya expresó sus dudas sobre llevar a cabo esta nueva obra, por si esto acarreaba la pérdida, por más mínima que sea, del caudal.

Por suerte el proyecto quedó paralizado y no llegó a ponerse en marcha la obra planeada, ya que estaríamos hablando de una infraestructura que no podría haber soportado las fuertes inundaciones de la última DANA y los daños habrían sido inconmensurables.