Las vidas perdidas por la DANA y la búsqueda desesperada de sus familias
La Asociación SOS Desaparecidos difunde alertas sin necesidad de denuncia previa para facilitar su hallazgo lo antes posible
La devastadora DANA ha dejado una estela de destrucción en la Comunidad Valenciana, y once días después, la magnitud de la tragedia se hace evidente en la morgue de la Ciudad de la Justicia de Valencia. Hasta el momento, la morgue ha recibido 215 víctimas mortales, de las cuales 167 ya han sido identificadas, y 40 permanecen aún sin identificar. A su vez, persisten 78 denuncias activas de desaparición, mientras las familias y amigos de los desaparecidos difunden sus datos e imágenes con el objetivo de localizarlos cuanto antes y con la esperanza de encontrarlos con vida.
Las fuerzas de seguridad y equipos forenses trabajan sin descanso para identificar los cuerpos y localizar a los desaparecidos. Este proceso, coordinado por el Centro de Integración de Datos (CID), busca, con muestras de ADN y huellas dactilares, dar respuestas a los familiares y amigos de quienes han desaparecido en este desastre natural.
La excepcionalidad de la situación ha impulsado a la organización SOS Desaparecidos a emitir alertas incluso sin denuncia formal previa, un gesto que responde a la desesperación de las familias que buscan a sus seres queridos en redes sociales y medios de comunicación.
Historias de las familias afectadas
Entre las desgarradoras historias destaca la de Emeterio Mora y sus dos hijos, Jesús y Javier. La riada los arrastró en el barranco de la Canaleja, en Chiva, mientras se encontraban cerca de la salida 332 de la autovía A-3. Este fin de semana se localizaba sin vida a Jesús y Emeterio.
Otra historia trágica es la de Jorge Garrido y Raquel Pagán, quienes, junto a su hijo pequeño Neizan, viajaban en su vehículo Ssangyong Rodius de color gris desde Aldaya hacia Calicanto. La tormenta les sorprendió en el camino y no se ha vuelto a tener noticias de ellos. Sus familiares solicitaron la colaboración de la ciudadanía para obtener cualquier información sobre su paradero, mientras la plataforma SOS Desaparecidos difundía la alerta en redes sociales, amplificando su búsqueda. Este fin de semana, de nuevo, aparecían sin vida.
La angustia se extiende también a Elvira Martínez Alfaro, de 64 años, y su hija Elisabet Gil Martínez, de 38, quienes viajaban en un Ford Focus desde Cheste hasta su trabajo en el Hotel La Carreta en Chiva. Por el momento, no ha sido hallado ningún rastro del vehículo ni de las dos mujeres.
Antonio Noblejas, de 76 años, también está entre los desaparecidos. Fue visto por última vez cerca del circuito de Cheste, en Valencia, en su Volvo XC60 gris plata. Junto a él, otro desaparecido en circunstancias similares es Vicente Tarancón Gómez, también visto en las inmediaciones del circuito de Cheste el 29 de octubre, quien podría estar en un Volvo XC60 o un Bentley gris. Ambos quedaron a comer el 29 de octubre con otros dos amigos: Miguel Burdeos y José Luis Marín. Los cuatro son destacados empresarios de Valencia de los que no hay rastro por el momento.
Por último, Cándido Molina Pulgarín, de 62 años, desapareció mientras estaba junto a la rambla de Chiva. Le describen como una persona de complexión delgada, con cabello canoso y ojos marrones. Sus familiares han proporcionado detalles y características físicas en un esfuerzo por agilizar su identificación.
Estas son solo algunas de las historias de quienes se desconocía su paradero. Mientras tanto, desde la web sosdesaparecidos.es continúan difundiendo sus datos con la esperanza de que sus familiares den con ellos lo antes posible, aunque, 12 días después de la tragedia, la esperanza es poca.