Hallan muerto al hijo de la presunta asesina del hombre cuyo torso fue encontrado calcinado en Alicante
El joven, que al parecer ha muerto por una sobredosis, estuvo relacionado con el narcotráfico y fue investigado por un asesinato, aunque quedó en libertad por falta de pruebas
Hace unas semanas fue hallado muerto el hijo de una de las acusadas por el asesinato y calcinación de un hombre en la partida alicantina de Fontcalent, un crimen que estremeció a la ciudad en junio de este año. Según relatan fuentes cercanas a la familia a El Debate, el joven, de 30 años, ya contaba con un historial delictivo que incluía su paso por prisión por narcotráfico y una posterior acusación de asesinato, aunque fue puesto en libertad por falta de pruebas.
Según el mismo testimonio, el joven había sido víctima de vejaciones en la cárcel por parte de otro recluso, a quien le aseguró que si se lo encontraba en su barrio fuera de prisión lo mataría. Meses después, estando ambos en libertad, se cruzaron y, según esta misma fuente, el joven acabó con la vida de su acosador de un disparo a bocajarro. Sin embargo, tras volver a prisión provisional por ser el principal sospechoso de esta muerte, fue absuelto por falta de pruebas, «aunque todos saben que lo hizo él».
Este nuevo suceso ha añadido una capa más de tragedia y complejidad a una saga que comenzó con el macabro hallazgo en junio de un torso humano calcinado y sin extremidades, abandonado junto a una maleta en el paraje La Serreta, en las afueras de Alicante. Días más tarde, la Policía Nacional localizó la cabeza y las extremidades de la víctima, un hombre español de 56 años, lo que permitió avanzar en la investigación que culminó con la detención de dos personas: una mujer de 51 años y su pareja sentimental de 30, ambos acusados de haber cometido el homicidio.
Según el entorno, el joven apareció muerto en su vivienda de Alicante y, al parecer, la causa del fallecimiento fue una sobredosis. Según relatan, el joven ya había sido objeto de una investigación por asesinato tras cumplir condena en prisión por delitos de narcotráfico. Las acusaciones surgieron después de que uno de sus compañeros de módulo, con quien mantenía una relación conflictiva, apareciera muerto. Sin embargo, la falta de pruebas permitió que el joven fuera liberado, aunque quedó marcado por este episodio en su historial.
Este nuevo fallecimiento ha dejado consternada a la familia, que ya estaba atravesando un difícil momento por la implicación de la madre en uno de los crímenes más brutales y comentados de los últimos meses en la ciudad. Con la muerte del joven, la investigada ha salido de la cárcel de Fontcalent, donde se encuentra en prisión preventiva para despedir a su hijo custodiada por la Policía Nacional.
Un trasfondo de violencia y adicción
El asesinato y posterior mutilación del hombre de 56 años en La Serreta ha sido descrito por fuentes cercanas como el desenlace de una compleja relación marcada por la violencia doméstica, la adicción a las drogas y los problemas psicológicos. La mujer acusada del homicidio había sido acogida por la víctima en su domicilio, donde convivieron durante dos años. Según el testimonio al que tuvo acceso El Debate, la mujer vivía en situación de vulnerabilidad y dependencia emocional, lo que la habría llevado a mantener una relación conflictiva con su pareja, el otro detenido, conocido por su perfil violento.
A lo largo de esos dos años, la situación en el hogar se deterioró rápidamente con la entrada del compañero sentimental de la mujer en la vivienda, lo que derivó en episodios de violencia y maltrato. Vecinos y allegados han señalado que la mujer, aunque vivía bajo la influencia de su pareja, no parecía capaz de perpetrar un crimen de esa magnitud por sí misma. Según algunos de estos testimonios, «él era el violento», y creen que ella simplemente le encubrió por miedo o dependencia emocional.
La investigación sigue abierta
La aparición de restos humanos en diferentes puntos de La Serreta fue el punto de partida de una investigación que continúa en curso. Los detenidos fueron captados por cámaras de seguridad sacando dinero de la cuenta de la víctima pocos días después de su muerte, lo que ha reforzado la hipótesis de que el crimen pudo tener un móvil económico. Además, los investigadores descubrieron que la mujer había comprado una radial, presuntamente utilizada para desmembrar el cadáver, días antes del asesinato.
A pesar de las detenciones, las autoridades no descartan la posibilidad de nuevas imputaciones. Los agentes de la Brigada de Policía Científica y del Grupo de Delincuencia Violenta siguen trabajando en la reconstrucción de los hechos y en la búsqueda de más pruebas que puedan esclarecer tanto el asesinato como otros detalles relacionados con la implicación de terceros en el crimen. Mientras tanto, la zona norte de la ciudad permanece conmocionada por la cadena de eventos, desde el violento asesinato en junio hasta la reciente muerte del hijo de la acusada.