El científico valenciano premiado por Obama que tiene muchas opciones de ganar el Nobel
Pablo Jarillo-Herrero es catedrático en el Instituto Tecnológico de Massachusetts, recibió un galardón con una dotación de un millón de dólares de manos del expresidente de Estados Unidos y ha ganado los considerados dos pasos previos al Nobel de Física
Una de las frases que más se han utilizado en los últimos años en lo relativo a la ciencia es que España ha exportado talento a otros países. Algunos, incluso, llegaron a acuñar la expresión «fuga de cerebros». Sea de un modo o del otro, lo cierto es que el sector tiene a nivel nacional e internacional todo un referente que es valenciano. Tanto es así que algunos colegas suyos piensan sobre él que sus hallazgos han supuesto abrir una nueva era tecnológica en el planeta.
Se trata de Pablo Jarillo-Herrero. Nacido en Valencia en 1976 es actualmente catedrático Cecil e Ida Green de Física en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), uno de los centros más prestigiosos del mundo y donde tiene un laboratorio con su propio nombre. En su ciudad natal se licenció en Física en 1999 y seis años después, en 2005, obtuvo el Doctorado en Física de la Universidad Tecnológica de Delft, en Países Bajos. Más tarde, realizó con éxito una estancia postdoctoral en la Universidad de Columbia (Nueva York) y en 2008 se unió al MIT.
De Obama a las antesalas del Nobel
Durante todo este tiempo ha ido acumulando méritos y reconocimientos por doquier hasta tal punto que el expresidente de Estados Unidos Barack Obama le entregó personalmente un galardón. Fue en 2012 cuando el exmandatario le dio el Premio Presidencial a Jóvenes Investigadores Científicos, dotado con un millón de dólares para invertir a lo largo de los siguientes cinco años a la concesión para su labor investigadora.
A buen seguro, Jarillo-Herrero utilizó esa cuantía para avanzar en un descubrimiento que más pronto que tarde puede llevarle a alzarse con el premio Nobel de Física. Las quinielas le son favorables, dado que en 2018 recibió el reconocimiento al mayor hito en este campo a lo largo del año por sus estudios sobre el grafeno. En conceto fue al evidenciar que si se colocan dos capas de este material en un 'ángulo mágico' preciso, el resultado deriva en un aislante y superconductor, siempre dependiendo del grado de intensidad del campo eléctrico que se le haya aplicado.
Posteriormente, en 2020 el valenciano hizo doblete al hacerse con el Oliver E. Buckley y el Wolf, ambos considerados como los dos pasos previos al Nobel, algo que, según reconoció en una entrevista, no es algo que le quite «el sueño».
Cabe subrayar que el grafeno es considerado como el material «del futuro» por ser inteligente y eficiente, según explica Repsol en su página web. En este caso, tiene «gran potencial» y se utiliza en diversas actividades como la fabricación de teléfonos inteligentes o construir placas solares.