Una voluntaria, en el interior de una casa inundada en Masanasa, ValenciaAlejandro Martínez Vélez / Europa Press

La nueva realidad tras la DANA

¿Debería ser obligatorio informar de que una casa está en una zona inundable antes de comprarla o alquilarla?

El Consejo General de la Arquitectura Técnica de España propone informes técnicos obligatorios y medidas preventivas para proteger a los compradores y reforzar las estructuras en zonas de riesgo

La DANA que azotó la Comunidad Valenciana dejó un balance devastador: ríos desbordados, garajes anegados y cientos de familias afectadas. La fuerza inusual de las lluvias, un fenómeno extraordinario tanto en intensidad como en cantidad, evidenció la fragilidad de las infraestructuras y la necesidad de replantear medidas preventivas para evitar tragedias similares en el futuro.

Ante este escenario, el Consejo General de la Arquitectura Técnica de España (CGATE) ha propuesto medidas urgentes para garantizar que los ciudadanos tengan conocimiento pleno de los riesgos asociados a terrenos inundables antes de adquirir o alquilar una vivienda. Entre las propuestas más destacadas, se encuentra la obligatoriedad de incluir un informe técnico que especifique si la propiedad se encuentra en una zona de riesgo.

Alfredo Sanz, arquitecto y portavoz del CGATE, aborda la importancia de mejorar la resistencia de los inmuebles. En una entrevista para Metros Cuadrados, Sanz explica que, además de fortalecer la coordinación entre administraciones, es crucial trabajar en medidas preventivas. «Debemos mejorar los edificios existentes, integrando tecnologías de drenaje avanzadas, elementos de cierre con suficiente resistencia y medidas de impermeabilización para evitar que la humedad afecte a la estructura», afirma.

Sanz advierte de que muchas viviendas se construyeron en lugares no idóneos. «Este es un problema que se arrastra desde hace décadas debido a una planificación deficiente. Ahora proponemos la creación de un informe técnico en la transmisión de viviendas para que los compradores conozcan si la propiedad está en una zona inundable», destaca. Según el arquitecto, una de las soluciones a largo plazo sería reubicar viviendas situadas en zonas de alto riesgo de inundación, aunque en algunos casos, reforzar las construcciones existentes podría ser suficiente.

En este contexto, subraya que el modelo de urbanismo debe cambiar. «Es necesario replantear cómo se construye, con qué materiales y en qué ubicaciones. Los desarrollos urbanísticos deben alejarse de zonas de riesgo, utilizar materiales innovadores y diseñar espacios que se adapten al entorno, que no intenten modificarlo», señala.

Interior de una vivienda de Utiel devastada por la DANAGabri Solera / Europa Press

Además, Sanz explica que la normativa sobre la construcción sobre estas áreas ya existe, pero es necesario que sea más estricta y se aplique con más firmeza: «Las autoridades locales deben actuar conforme a criterios técnicos y no otorgar licencias en contra de ellos». Un ejemplo de ello es la decisión tomada en algunos municipios de la comarca de la Huerta Sur, donde se ha prohibido la construcción de garajes en sótanos tras las experiencias vividas en las últimas catástrofes. «En 1775 ya había documentos de expertos que describían la tremenda peligrosidad del barranco del Poyo y cómo Chiva sufrió sus consecuencias», expresa.

«El arrastre de coches y el impacto contra las puertas de garajes agravaron notablemente la situación, algo que debe llevarnos a revisar la normativa de garajes y sótanos en estas áreas», señala. Además, según él, las guías actuales del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), que sugieren barreras como diques o muros estancos, no habrían sido suficientes ante la magnitud de las últimas inundaciones.

«Es una cuestión de responsabilidad»

Desde el Colegio de Arquitectos de Madrid, han respaldado esta iniciativa, exigiendo que dicha información se incorpore a los documentos de compraventa. «Es una cuestión de responsabilidad, tanto por parte de las administraciones como de los desarrolladores inmobiliarios», añadieron en un comunicado.

La DANA también ha puesto de manifiesto la importancia de implementar medidas preventivas en las zonas de riesgo. Desde el CGATE se plantean acciones como:

  • Reforzar las inspecciones técnicas de edificios (ITE) e incluir análisis específicos sobre riesgos de inundación.
  • Trasladar instalaciones eléctricas y calderas a zonas más elevadas en los edificios comunitarios.
  • Mejorar la resistencia de puertas y estructuras frente a la presión del agua.
  • Realizar simulacros de evacuación en zonas sensibles, similares a los que se llevan a cabo ante incendios.

«El MITECO ya dispone de mapas de riesgo que permiten identificar las zonas vulnerables, pero es fundamental que estas herramientas se traduzcan en medidas concretas para proteger a los ciudadanos», recalca Sanz.

Según datos recientes, un millón de viviendas en España se encuentran en zonas susceptibles de inundación. Sergio Sala, arquitecto, ha compartido con El Debate su opinión sobre la normativa actual. «No es obligatorio informar de esto, aunque estaría bien hacerlo en el momento de la compra de una vivienda o un local. Por ahora, es responsabilidad del comprador saberlo», afirma. Sala señala que muchas zonas en España son susceptibles de inundación y el Estado ofrece información sobre ello a través de su web. En cuanto a la construcción en suelos inundables, Sala asegura que, según las normativas actuales, ya no es posible construir en estas áreas.

Sin embargo, desde el sector inmobiliario existe preocupación por las implicaciones de esta normativa. Representantes del sector advierten que etiquetar viviendas como «en riesgo de inundación» podría desincentivar la inversión en ciertas áreas, complicando aún más el mercado.