'Pont de Fusta', la antigua pasarela de madera en Valencia, a principios del 1900Universidad Politécnica de Valencia

Historia Valenciana

El Pont de Fusta: la infraestructura valenciana que ha sobrevivido a tres riadas a lo largo de su historia

Esta histórica pasarela de madera tiene sus orígenes en el 1892 y se ha ido reconstruyendo debido a las inundaciones que han azotado a la ciudad de Valencia, hasta convertirse en un viaducto que soporta el paso de 40.000 personas al día

La Comunidad Valenciana y, especialmente Valencia, han sido escenario de temporales y riadas a lo largo de su historia. Además de la DANA del pasado 29 de octubre, la más catastrófica, se recuerdan otros desastres que han azotado a la región, desde la 'Gran riada' del 1957 a las inundaciones del 82. En todos estos sucesos meteorológicos ha habido un superviviente que se ha ido reconstruyendo y modernizando durante el paso de los años: El 'Pont de Fusta'.

El puente de los Ferrocarriles Económicos de Valencia, conocido popularmente como Pont de Fusta, ha sido destruido y reconstruido al compás de tres graves inundaciones históricas alrededor del Turia. Tiene su origen en 1892, construido por la compañía de los ferrocarriles de vía estrecha para conectar la estación de 'trenets' con la orilla derecha del río.

Pont de Fusta', la antigua pasarela de madera en Valencia, a principios del 1900Universidad Politécnica de Valencia

Esta pasarela peatonal se construyó tan solo en 10 meses. Al principio se partía de la estación de 'Marxalenes', hasta que se terminó la actual estación, llamada de Santa Mónica o 'Estacioneta', inaugurada el 7 de julio de 1892, y que hoy es la actual sede de la Policía Autonómica Valenciana. A este singular edificio, proyectada por el arquitecto Joaquín Belda, llegaban los 'trenets' desde Líria, Bétera, Rafelbuñol y el Grao.

Se inauguró el día 19 de agosto del mismo año una estructura provisional, realizada con tablones de Flandes, razón por la cual el pueblo le bautizó con el nombre de «Pont de Fusta». Esta primera estructura fue sustituida por otra donde la madera solo se utilizaba en el tablero. La nueva pasarela, abierta al público el 3 de junio de 1893, tuvo un costo de 19.708 pesetas. Tenía una longitud de 175 m, 2 m de anchura de tablero y 5 m de altura sobre el lecho del río.

Las primeras inundaciones

Sin embargo, tuvo una vida muy corta, pues la riada de noviembre de 1897 arrasó 17 de los 20 vanos, dejando solo un pequeño tramo adosado a las Alameditas de los Serranos. Fue reconstruido con un suelo de tablones, que se movían al compás de los peatones y que tampoco duró mucho, ya que no pudo resistir la siguiente inundación de 1949, que rompió los dos tramos centrales debido a los árboles que arrastraba la corriente.

'Pont de Fusta', la antigua pasarela de madera en Valencia, tras las primeras riadasUniversidad Politécnica de Valencia

Finalmente, se construyó otra vez de madera y parecía que soportar los primeros años, hasta la 'Gran Riada' de 1957, que destruyó de manera definitiva el puente y arrastró las frágiles pasarelas de Campanar y Pont de Fusta. La estructura se sustituyó por otra de hormigón armado, siendo la madera solo un recuerdo que da nombre a la actual pasarela.

Sus dimensiones eran de una altura y anchura de 7 m y 5,20 m, respectivamente. Su longitud, entre los muros de contención del cauce, era de 145 m. Presentaba una barandilla metálica del mismo estilo y forma que la de la anterior pasarela. Dispone de 11 farolas metálicas apoyadas en el canto de sus vigas rectas.

De puente a viaducto

El puente como tal fue derribado en el año 2011 y el Ayuntamiento de Valencia decidió sustituirlo por un viaducto con una pasarela de peatones, con abundante madera entre sus materiales, como un simbolismo para evocar el primitivo formato de suelo de tablones.

Pasarela de madera sobre viaducto, el actual 'Pont de Fusta' en la ciudad de ValenciaWikipedia

El cambio en la dirección del tráfico norte-sur por el nuevo puente reemplaza la función del puente de los Serranos del siglo XVI, permitiendo así liberar este último del flujo vehicular y transformarlo en un espacio dedicado a los peatones. El nuevo puente presenta 110 m de largo y 4,5 m de ancho, para lo que el Consistorio destinó 11 millones de euros, dando servicio a 18.000 vehículos, 10 líneas de autobús y hasta 40.000 personas al día.