El vicepresidente valenciano, Francisco José Gan MampolsEuropa Press

Gan Pampols admite fallos en los protocolos de alerta ante la Dana: «Se podían haber salvado vidas»

El vicepresidente valenciano anuncia un plan marco para prevenir futuros desastres naturales y ha advertido de que, «cueste lo que cueste, se tendrá que pagar»

El vicepresidente segundo y consejero para la Recuperación Económica y Social, Francisco José Gan Pampols, ha reconocido que los protocolos de alerta «no han funcionado» con la Dana del pasado 29 de octubre que ha arrasado buena parte de la provincia de Valencia por «muchos motivos» y ha considerado que con planes de prevención ordinarios «se podían haber salvado» algunas vidas, aunque «no todas».

De esta manera lo ha expuesto en rueda de prensa este lunes para presentar su departamento y los objetivos del mismo, en la que ha asegurado que su actuación prioritaria será «resolver los problemas de las personas» y «garantizar su supervivencia y seguridad», y ha señalado que la Dana ha afectado a una «superficie enorme» en la provincia de Valencia y ha tenido unas magnitudes «muy grandes».

El nuevo consejero ha apuntado que la misión de su departamento es asegurar «la normalización económica y social de toda la zona afectada» aplicando «una estrategia de recuperación basada en el planeamiento y ejecución de todas las actuaciones», así como «las derivadas de la minimización de riesgos futuros producidos por fenómenos meteorológicos potencialmente peligrosos». «No podemos evitar que ocurra, pero sí que podemos minimizarlo», ha recalcado.

De esta manera, ha manifestado que su propósito es restablecer las condiciones anteriores a la Dana «lo antes posible», para lo que ha anunciado un plan marco de reconstrucción económica y social y de medidas de prevención, protección y respuesta ante crisis derivadas de fenómenos meteorológicos de «potencial destructivo», en el que participarán expertos y con el que se revisará «todo lo que no ha funcionado como se esperaba».

También se encargarán de proponer y elaborar las modificaciones normativas necesarias y diseñar la arquitectura de medidas económico-financieras al servicio de la reconstrucción; de establecer y mantener las relaciones funcionales y de coordinación con todos los niveles administrativos implicados, y asegurar la «unidad de esfuerzo» mediante «la coordinación de todas la actuaciones de la Generalitat».

«La Administración es un volante enorme que le cuesta ponerse en marcha, pero cuando se pone coge velocidad de crucero», ha subrayado Gan Pampols. Este plan marco, ha especificado, revisará toda la normativa y propondrá la adecuación de infraestructuras y procedimientos y la adopción de «nuevas medidas que hay que ser capaces de diseñar». «Los planes funcionan por encima de las personas y, si no, es que están mal diseñados», ha advertido.

Entre los principios de su vicepresidencia, ha enumerado la agilidad, la coordinación, la transparencia, la claridad, el rigor, la profesionalidad y la «determinación». Al respecto, ha subrayado la necesidad de «no ser farragosos» y de «decir las cosas como son» a la ciudadanía. «Que se vaya rápido no significa que se vaya mal», ha esgrimido el vicepresidente, que ha dado su palabra de que «todos lo que intervengan en esto serán técnicos».

Los afectados, la prioridad

Gan Pampols ha avanzado que el «concepto nuclear» y el «centro de gravedad» de su departamento será la población afectada, para lo que se «procurará siempre la satisfacción de sus necesidades, el aseguramiento de sus condiciones de vida y el restablecimiento pleno de sus actividades». Y ha sostenido que la «clave del éxito» será si son capaces de ejecutar «en tiempo y forma» todo el programa y garantizar su «efectiva» ejecución presupuestaria.

Para ello, su vicepresidencia contará con dos secretarías autonómicas: una para la recuperación económica y social y otra de relaciones, esta última «pendiente de creación». En la primera de ellas, ha apuntado, es donde se va a «volcar el esfuerzo».

La industria, segunda prioridad

En este contexto, el recién estrenado vicepresidente ha reconocido las consecuencias «dramáticas» de la Dana y ha sostenido que no se pueden negar sus proporciones «descomunales». Ante esta situación, ha admitido, «todo el mundo espera que se hagan muchas cosas, y hay que entenderlo, pero no hay que caer en el desánimo y creer que no se ha hecho nada».

«Todo el mundo quiere su garaje limpio y a todo el mundo se le va a ayudar, pero la prioridad es desatascar los colectores porque, si no, la gente no puede ir al baño, no puede utilizar su casa», ha avisado el vicepresidente, que ha apuntado que la «segunda prioridad, después de las personas», será la industria. «No se puede hacer todo a la vez, pero hay que garantizar que el desarrollo se produzca, hay que ofrecer soluciones», ha remarcado.

Para afrontar las consecuencias de la Dana, ha destacado que la Generalitat Valenciana ha destinado hasta el momento un total de 700 millones de euros en inversión directa, ha asegurado que un 30 por ciento de la provincia de Valencia, un 34 % de su empleo y un 34,5 % de su PIB se ha visto afectado, según un primer estudio del IVIE, al tiempo que ha puesto en valor el papel de las Fuerzas Armadas desde el inicio de la emergencia.

Preguntado por el presupuesto del que dispondrá su vicepresidencia, ha indicado que en este momento lo desconoce porque, según ha argumentado, «si no sé lo que tengo que hacer, no sé lo que costará», pero ha advertido de que, «cueste lo que cueste, se tendrá que pagar».