De izquierda a derecha, Carlos Mazón, Pedro Sánchez y Pilar BernabéEFE

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Pilar Bernabé: la pieza que le faltaba a Sánchez para unir Moncloa, Ferraz y el PSPV en su plan contra Mazón

La delegada del Gobierno en la Comunidad Valenciana ha asumido el peso de las críticas al jefe del Consell por la DANA y ha sido aupada a secretaria de Igualdad en la nueva Ejecutiva socialista

El PSOE clausuró este domingo su Congreso Federal, celebrado en Sevilla. Lo hizo sin la más mínima sorpresa: con un líder reelegido votado por una abrumadora mayoría, la misma masa que, recordando a algún régimen asiático surgido al comienzo de la Guerra Fría, pudiera haber parecido un ejército de plañideros al servicio de un gran líder que guía los destinos de propios y extraños. Tampoco hubo ‘campanazo’ en la capital andaluza en lo que a la Comunidad Valenciana, ya que el sanchismo puede ser a la par tan previsible como imprevisible.

De este modo, se confirmó lo que todo el mundo daba por hecho: Pilar Bernabé, actual delegada de Gobierno en la región, pasa a ser la nueva vicesecretaria de Igualdad de la formación o, lo que es lo mismo, la cuarta en el escalafón socialista. Nada más y nada menos. Sin dejar la perspectiva autonómica, la maniobra del jefe del Ejecutivo es, cuanto menos, reseñable.

Si en este mismo año que ahora ya cuenta los días para dar el relevo a 2025 logró que su ministra y candidata fetiche para la Comunidad, Diana Morant, se alzase con la secretaría general del PSPV-PSOE eliminando unas primarias que no solo ya estaban convocadas, sino que contaban con dos aspirantes contrarios a las tesis de Ferraz, la designación de Bernabé termina de realizar la cuadratura del círculo: el Palacio de la Moncloa, la sede socialista y su federación en Castellón, Valencia y Alicante, unidas con tres aristas.

Además, el nombramiento de la tercera institución autonómica no está alejada de casualidades, dado que se ha erigido, o la han hecho erigirse, como la portavoz oficiosa contra el presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, en todo a lo que la gestión política de la crisis de la DANA del pasado 29 de octubre se refiere. Aunque el fango y la desesperación vecinal continúan en los municipios porque las ayudas prometidas ‘a bombo y platillo’ por el Gobierno no llegan, lejos en la memoria queda el tuit que puso la nueva dirigente del PSOE en el que alababa a las 15:21 del trágico martes la cooperación entre la Generalitat y Madrid a la hora de activar la UME para atender a los 70 pueblos arrasados.

Más allá de esos primeros días de tregua, el papel de Bernabé ha virado considerablemente para hacer propio el argumentario gubernamental. Así, ha deslizado que la responsabilidad del caos vivido durante esos días fue única y exclusivamente responsabilidad de Mazón, obviando cualquier asunto que pudiera afectar, por ejemplo, al por qué no se cortó la circulación en vías nacionales como la A-3 o la A-7, que son competencia del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, o tampoco se hizo lo propio con los servicios ferroviarios, tanto en alta velocidad como en Cercanías, de lo que se encarga el responsable de Transportes, Óscar Puente.

La misma ausencia de explicaciones hasta la fecha ha dado la delegada del Gobierno en lo que concierne a la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), que es el organismo estatal, en aquellas fechas bajo las órdenes de Teresa Ribera, de mantener y acondicionar lo relativo a los ríos y otras zonas como, en el caso de la DANA, el barranco del Poyo. No se le conoce autocrítica, sino, por el contrario, lanzar toda la responsabilidad hacia el ámbito regional.

El último terreno de refriega en el que se ha instalado es el de la posibilidad de que determinados altos cargos del Gabinete de Mazón puedan cobrar un 15 % más que el propio presidente por venir de otros trabajos en la Administración en los que seguirían cobrando más que siendo consejeros o secretarios autonómicos. En este sentido, el nuevo vicepresidente segundo y consejero para la Recuperación Económica y Social, el Teniente General Francisco José Gan Pampols, ya explicó que no se trata de un privilegio, sino de que se mantengan los «derechos retributivos adquiridos».

Aun con todo, eso no lo bastó a Bernabé, quien aseguró que proceder a ello da «una mala imagen para la política y, desde luego, para las instituciones y para la Administración». «De verdad, quiero no creérmelo o necesito no creérmelo, porque si realmente eso es así, tendrán que explicarlo y no sé cómo lo vamos a poder entender», dijo.

No obstante, el binomio sueldos-altos cargos no es algo que a la nueva miembro de la Ejecutiva de Sánchez le pueda coger por sorpresa. Tras la derrota contundente del PSOE en las últimas elecciones autonómicas y municipales, celebradas el 28 de mayo de 2023, y la consecuente pérdida de poder, Bernabé fichó como asesor a Salva Almenar. No duró mucho en el puesto, dado que este mismo octubre, 21 días antes del estallido de la gota fría, este periodista fue nombrado director de Comunicación y Reputación Corporativa de Adif, empresa pública dependiente del Ministerio de Transportes.

Con un sueldo, según las bases, de 83.747,40 euros al que hay que añadirle un «complemento de puesto por importe de 20.338,80 euros» y un segundo «variable en función de cumplimiento de objetivos», su designación también levantó su polvareda. Y es que los colegios de periodistas de Andalucía y Castilla y León denunciaron este movimiento porque en la licitación de la convocatoria para el puesto se exigía que los participantes tuvieran un nivel C2 de una de las lenguas cooficiales de las que hay en España.

Es decir, quien no tuviera ese grado de conocimiento de valenciano, catalán, gallego o euskera directamente no pudo optar a la plaza para un ente que es de nivel nacional y no se limita a las comunidades con lengua propia. Con todo ello y lo que vendrá en días, semanas y meses, Bernabé tampoco es en absoluto descartable que sea la candidata del PSPV-PSOE en 2027 para la alcaldía de Valencia y que rivalice de tú a tú con María José Catalá por el bastón de mando municipal.