Una mujer pasa frente a la puerta de un bar de Paiporta, ValenciaRober Solsona / Europa Press

Las consecuencias psicológicas de la dana hacen prever un aumento del consumo de alcohol y drogas

El 17 % de los jóvenes de entre 15 y 24 tiene este problema de adicción: «No se trata de atracones los fines de semanas, es un problema clínico», denuncian asociaciones

La DANA más catastrófica de la Comunidad Valenciana no solo ha dejado secuelas materiales, sino que también ha tenido un fuerte impacto en la salud mental de la población. Son miles las personas que han perdido un familiar y decenas de miles las que han perdido su hogar, su vehículo o trabajo. Personas afectadas que tendrán unas consecuencias psicológicas, que necesitarán tratamiento durante meses e incluso años.

Las inundaciones y el caos que ha generado el temporal han añadido también una capa de incertidumbre y vulnerabilidad que afecta tanto a las personas que han sufrido daños directos como a quienes, simplemente, experimentan la tristeza y la impotencia desde la distancia. Entre las consecuencias que pueden sufrir los afectados están las adicciones, como se ha demostrado en casos similares, con dos grandes protagonistas: las drogas y el alcohol.

Así se ve reflejado en la última Encuesta sobre Alcohol y Drogas referente a la Comunidad Valenciana realizada por el Observatorio Español de las Drogas y las Adicciones (OEDA) de la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas del Ministerio de Sanidad.

Entre las conclusiones extraídas por la encuesta, se ha señalado que tras la dana se prevé un incremento en el consumo de alcohol y drogas, al igual que de los casos de ansiedad, depresión y estrés postraumático. Aunque el director de la Oficina de Salud Mental y Adicciones, Bartolomé Pérez, ha recalcado que hay que ser «proactivo y no alarmista ni determinista» porque «si la reconstrucción va bien, la resiliencia y el apoyo, el problema será menor».

Pérez ha destacado la actuación «inmediata» que se desplegó para atender los problemas de salud mental desde el mismo día 30. Y es que, entre los voluntarios que acudieron a la zona cero afectada por las inundaciones había un gran número de sanitarios, entre ellos, profesionales de la salud mental, psicólogos y psiquiatras que estuvieron prestando servicios desde el primer momento.

Imagen de una de las oficinas de atención a damnificados por la dana en ValenciaAyuntamiento de Valencia

Los intentos de suicidios, por 19

Y es que los datos de consumo de drogas en la Comunidad Valenciana son bastante alarmantes, incluso antes del paso de la dana. En concreto, son 107.000 personas las que consumen a diario cannabis en la región, lo que supone el 3,1 % de la población, que representa un aumento de dos décimas respecto a 2022. Hasta 44.873 personas son «adictos» al cannabis, el 1,3 % de los valencianos.

Por su parte, 72.487 personas han consumido cocaína en los últimos 12 meses, el 2 % de la población, lo que supone un descenso de siete décimas en los últimos dos años, mientras que a nivel nacional aumenta una décima.

Respecto al alcohol, más de 258.881 valencianos hacen un consumo problemático clínico, lo que supone el 7,5 % de la población, con una incidencia similar de hombres y mujeres, aunque la tasa ha bajado un 1,5 %.

Una de las conclusiones que destacan los expertos tras la realización de estas encuestas es que el consumo problemático de cannabis y el consumo de cocaína multiplican por 19 la probabilidad de intento de suicidio en los últimos 12 meses y, además, se asocian a un riesgo dos o tres veces superior de presentar antecedentes de trastornos depresivos o de ansiedad.

Este tipo de riesgo es mucho más frecuente entre los grupos de edad más joven y las personas socialmente con menos ingresos económicos. Y es que precisamente los jóvenes son los que más preocupan en este tipo de adicciones, y más después de la dana.

El 17 % de los jóvenes de entre 15 y 24 tiene este problema: «No se trata de atracones los fines de semanas, es un problema clínico». Por su parte, el 11,7 % de los valencianos bebe a diario, 3.075.512 personas, un 0,2 % menos.