Teodoro Velázquez, un ingeniero de caminos que estuvo en la plantilla de la CHJ durante 25 añosCICCP CV

Un exempleado de la Confederación del Júcar responsabiliza de la dana a las «políticas verdes» del Ministerio

Teodoro Velázquez ha señalado que actuaciones como la del barranco del Poyo y La Saleta, que podrían haber paliado los daños de la riada, llevan años sobre la mesa y todavía están pendientes de ejecución

Casi dos meses después del paso de la dana más devastadora de la historia de la región y, que ha afectado, sobre todo, a la provincia de Valencia, todavía siguen buscándose explicaciones de la magnitud de los daños y señalando posibles culpables. Aunque la catástrofe natural no podía haberse evitado, las consecuencias sí podrían haberse minimizado con una buena prevención, por lo que la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), dependiente del Gobierno central, ha estado bajo el punto de mira desde un primer momento.

La organización tenía pendientes múltiples obras desde hacía más de 20 años en los puntos clave donde se han causado los daños más graves de la dana, entre otros, el barranco del Poyo. La polémica ha aumentado con las nuevas declaraciones de Teodoro Velázquez, un ingeniero de caminos que estuvo en la plantilla de la CHJ durante 25 años, y que ha responsabilizado al Ministerio de Transición Ecológica (MITECO) de los daños causados por el temporal del pasado 29 de octubre debido a sus «políticas verdes».

Velázquez ha asegurado que la CHJ tiene marcados proyectos de «alta prioridad», como la presa en Villamarchante y los desvíos del barranco de La Saleta y del Poyo, «pero la política actual del MITECO asumida por la CHJ es ejecutar solamente infraestructuras verdes frente a inundaciones, obviando las obras contempladas en el Plan de Gestión del Riesgo de Inundación (PGRI) que ya estaba aprobado».

Esta intervención ha tenido lugar durante el acto de Navidad del Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos celebrado este miércoles en Valencia, donde distintos ponentes han analizado todo lo ocurrido en la riada del 29 de octubre y los pasos a seguir para gestionar la emergencia. La jornada ha tenido intervenciones desde el punto de vista del Medio Ambiente, urbanístico o de infraestructuras, entre otras cosas. En último lugar, Velázquez ha realizado una exposición de unos minutos, señalando de manera directa al Ministerio de Transición Ecológica.

Acto de Navidad del CICCP Comunidad Valenciana, donde ha intervenido Teodoro Velázquez, extrabajador de la CHJFacebook CICCP Comunidad Valenciana

Durante su intervención, Velázquez ha leído y señalado los principios puntos que legalmente obligan a actuar a los organismos de cuenca como la CHJ, haciendo hincapié en las medidas estructurales, «necesarias para proteger a las personas». En esta línea, el ingeniero ha asegurado que la normativa europea «marca que las confederaciones deben ser vigilantes de los riesgos de inundación de sus cuencas».

El ingeniero ha sido muy crítico respecto algunas de las políticas que el Ministerio tiene marcadas en sus medidas estructurales aprobadas. Ha subrayado algunas como «las inundaciones son fenómenos naturales que no pueden evitarse» y «algunas actividades y el cambio climático están contribuyendo a aumentar las probabilidades de que ocurran, así como su impacto negativo».

Los ingenieros nos estamos dejando dominar por la políticaTeodoro VelázquezIngeniero y extrabajador de la CHJ

Pero, sobre todo, ha recalcado el punto de «Infraestructuras verdes frente a inundaciones» y ha manifestado su enfado por las políticas de ejecución de obras del organismo público y esa «mentalidad verde». «Estoy de acuerdo con que se haga eso en los sitios donde se pueda, pero atravesar Paiporta u otros puntos, no se puede hacer», ha subrayado Velázquez.

«Poco a poco los ingenieros nos estamos dejando dominar por la política. Donde veamos que hay que hacer una serie de obras por el bien de las personas, hay que hacerla». En este sentido, Velázquez ha culpado directamente al Ministerio por no ejecutar unas obras «que habrían reducido claramente los efectos, y que eran de prioridad alta según los informes hechos por los propios técnicos».

«Pelos de punta»

Estas actuaciones son las relacionadas con Villamarchante, La Saleta y Poyo, las tres contempladas como de prioridad alta por el PGRI. Unos proyectos que llevan décadas sobre el papel y que no se han llegado a llevar a cabo. Según ha relatado el extrabajador, en el año 89, en su primera actuación como responsable haciendo una duplicación en la N-3, ya tuvieron dos o tres inundaciones en diferentes puntos que afectaron a la ciudad.

El 29 de octubre, Velázquez llamó preocupado a un conocido en Valencia para preguntar por la situación: «Cuando me dijeron algo de Pollo y Saleta, se me pusieron los pelos de punta. Sentí la obligación moral y cogí el plan de prevención y en 2007 ya hay una directriz europea que nos marca lo que hay que hacer en este tipo de riesgos».

Entre las actuaciones que se recogen hace años, está la del barranco del Poyo, una de las más señaladas tras el paso de la dana. «Las obras contemplaban un nuevo cauce, que conecta el barranco con el nuevo cauce del río Turia, con el objetivo de proteger por las que discurre aguas debajo de Picaña hasta un nivel de protección de 500 años de periodo retorno, además de un azud de derivación que permita que por el cauce existente no se supere los 800 m cúbicos por segundo, y se incluye un completo estudio técnico-económico de 60 páginas», ha aclarado durante la intervención.

Estado actual del barranco del Poyo, a la altura de Paiporta (Valencia)Europa Press

Este estudio de viabilidad que menciona Velázquez, concluye con dos posibles alternativas, de la que a nivel técnico, social y ambiental es viable la segunda, con las intervenciones y obras pertinentes. «Si está tan claro, ¿Cuántas obras se han hecho estos años? Ninguna», ha sentenciado el ingeniero.

«Esto nos tiene que hacer recapacitar para hacer cosas mejores, pero no podemos poner en duda lo hecho por nuestros compañeros. Los técnicos han hecho lo que tenían que hacer y lo han hecho de una manera estupenda porque las fichas están ahí. Se ha hecho todo lo posible dentro de la legalidad vigente de sus funciones«, ha sostenido Velázquez, quien ha sentenciado: «¿Había soluciones a priori? Por supuesto. Que el MITECO hubiera ejecutado las obras contempladas».

Con respecto a sus ideas para la reconstrucción, Velázquez ha insinuado: «Si yo fuera el presidente, desde el primer día habría llamado a las 10 empresas líderes en España a iniciar los trabajos de limpieza y saneamiento. Además, habría comenzado las obras previstas en Poyo Saleta y Villamarchante, a través de los Fondos de la Unión Europea, Next Generation».

Velázquez también ha añadido que habría comenzado a planear la ejecución de obras de otras medidas estructurales según su prioridad, teniendo en cuenta otros puntos potenciales «porque esta vez llovió en la cuenca del Poyo, pero la próxima podría ser en otra zona».