Teo Rodríguez, junto al doctor Ballesta, el médico que le operó

Teo Rodríguez, junto al doctor Ballesta, el médico que le operóCentro Laparoscópico Carlos Ball / EP

Auge y caída de Teo, el obeso mórbido dedicado a la venta de drogas

El que fuera icono contra esta patología ha vuelto a ser detenido junto a otras personas, a quienes se les acusa de integrar un grupo criminal dedicado al tráfico de drogas y medicamentos, así como de otros delitos

Tras un dispositivo sin precedentes, el Hospital de Manises (Valencia), en el año 2018 recibió como paciente a Teófilo Rodríguez, un joven valenciano que tuvo que acudir al centro sanitario con un peso de 374 kilos. El desplazamiento hasta allí no fue nada sencillo, ya que se tuvo que movilizar un camión de mudanzas y, tras recibir el alta, un camión al uso con tal de volver a ser ingresado.

Llegó a pesar 401 kilos y su caso se hizo viral tanto en los medios de comunicación tradicionales como en las redes sociales. Teo, como se hizo llamar, llegó a declarar que en el trasladó se sintió como «un mueble» y que, después de una cirugía a la que nadie se atrevió salvo el doctor Ballesta, pudo alegrarse al bajar hasta los 159 kilos de que su vida había dado «un cambio radical».

«Puedo moverme, andar, ir en bicicleta, hacer todo sin necesitar 20 personas», dijo tras haber superado haber nacido con un peso de 3,5 kilos y a los ocho años haber sido diagnosticado con un problema de tiroides. Esa patología le llevó a que, junto a la colaboración más que activa de sus vecinos, hasta seis bomberos tuvieran que trabajar con tal de ingresarle sin suponerle aún más perjuicios a su ya de por sí delicado estado de salud.

Tráfico de medicamentos y drogas

El propio médico del paciente definió su cuerpo como una «cárcel», un término que, paradójicamente, no le es ajeno. Y es que Rodríguez también tiene una relación complicada con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Si años atrás ya fue detenido en 2023, el actual año lo ha comenzado con otro arresto a cargo de la Guardia Civil.

En el marco de la operación Turrich, la Benemérita desarticuló el pasado 9 de enero un grupo criminal dedicado al tráfico de drogas en la provincia de Valencia. Entre sus integrantes estaba Teo, pero no actuaba presuntamente solo. Según informó el Instituto Armado, «dos asaltantes» de la organización «habrían accedido a un domicilio con un cuchillo de grandes dimensiones y un arma de fuego» para, seguidamente, marcharse «con varias joyas y dinero en metálico».

Teo Rodríguez, en el instante de su primera detención

Teo Rodríguez, en el instante de su primera detenciónGuardia Civil

Para los investigadores, las caras del antiguo paciente de obesidad mórbida y sus supuestos compinches no eran nuevas, puesto que les conocían «por varios delitos de tráfico de drogas». De hecho, los agentes no tardaron en averiguar que la causa del suceso era un 'vuelco', es decir, «un robo de droga entre organizaciones y personas dedicadas al narcotráfico». A partir de ese momento las pesquisas se centraron, en paralelo, en el «denunciante como presunto traficante de drogas».

Las averiguaciones dieron como resultado que trataba de un «entramado dedicado al tráfico irregular de medicamentos y drogas», del que Teo era partícipe activo. En concreto, la Guardia Civil pudo probar que los detenidos se dedicaban a falsificar «recetas de medicamentos contra le epilepsia y trastorno de ansiedad para su posterior venta en el mercado negro». A ello añadieron que «la víctima del robo con violencia estaba a su vez implicada en un delito de tráfico de drogas y blanqueo de capitales».

Junto a Teo, otras siete personas fueron arrestadas por la Benemérita. En todos los registraros, que también se produjeron en Getafe, se incautaron 200 gramos de cocaína individualizada en dosis de medio gramo, varias dosis de marihuana, hachís y MDMA, además de útiles para la distribución de droga. También fueron intervenidas cuatro armas de fuego detonadoras, una de ellas modificada para poder realizar fuego real y con un cartucho en la recámara listo para producir un disparo.

Como resultado de las actuaciones, a los cinco hombres y dos mujeres de entre 25 y 58 años y nacionalidades española y rumana, se les imputan el delito de robo con violencia, lesiones, varios delitos contra la salud pública (tráfico de drogas y medicamentos) y blanqueo de capitales.

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