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El vicepresidente segundo y conseller para la Recuperación Económica y Social, Francisco José Gan Pampols
Gan Pampols: «Lo que no vamos a hacer es reconstruir en la que es una zona claramente afectada»
El Teniente General y vicepresidente segundo de la Comunidad Valenciana ha lamentado la falta de coordinación entre el Gobierno central y autonómico
Tres meses después de la dana, el Teniente General y vicepresidente segundo de la Comunidad Valenciana, Francisco José Gan Pampols, acudió a La noche en 24 horas para tratar la reconstrucción de los pueblos afectados por las riadas, horas después de que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunciara el desbloqueo del decreto ómnibus y, por ende, de un paquete de ayudas de parte del Ejecutivo central.
«Impotencia, pequeñez, desastre» eran las palabras escogidas por Gan Pampols para describir el estado de los municipios que aún sufren las consecuencias de la dana. Pese a que han transcurrido casi 100 días, apuntaba que continúa siendo difícil «hacerse una idea del nivel de destrucción» solo con ver las imágenes.
Sin embargo, lamentaba la falta de coordinación entre las administraciones autonómica y central. «No hemos sido capaces de crear una ventanilla única en la que el ciudadano reciba toda la información de todas las ayudas», exponía. Así, señalaba a la «Administración General del Estado» como mayor culpable al tener más medios.
«Devolver las zonas a los cauces de los ríos»
Gan Pampols hablaba de la necesidad de impermeabilizar el terreno. Pero, al no poderse sacar a toda la población y «devolver las zonas a los cauces de los ríos», la solución pasa por crear «infraestructura hidráulica (…) que garantice» que no se vuelvan a producir caudales similares y, principalmente, que no impacte con la misma violencia.«Lo que no vamos a hacer es reconstruir una zona claramente afectada», exponía el vicepresidente, añadiendo que no se invertirá dinero «en algo que es bastante probable que vuelva a ocurrir».
De esta forma, revelaba que las obras «que tenían que haber resuelto el problema están proyectadas desde el año 2010». Constaban de ocho «actuaciones» contratadas por la Confederación Hidrográfica, pero la crisis de 2008 provocó que la inversión en infraestructuras hidráulicas «cayera un 75 %».
Igualmente, justificaba la actuación de los ayuntamientos, ya que se dio «una concatenación de situaciones, de carencias de información y de mala interpretación» que entorpeció tomar las medidas necesarias como el cese de actividades laborales o educativas. «No es posible buscar un chivo expiatorio porque no existe», sentenciaba