Así quedó el equipo de los bomberos del fatal incendio de Benicarló: «La carga térmica era enorme»

El devastador incendio que tuvo lugar en la mañana de este jueves en una vivienda de Benicarló, situada entre la calle Virgen del Carmen y el paseo Febrer Soriano, dejó una escena desoladora: el equipo de los bomberos, diseñado para soportar temperaturas superiores a los 600 o 700 grados, quedó derretido y calcinado. Así lo explicó David Ortega, sargento del Consorcio de Bomberos de la Diputación de Castellón, quien lideró el operativo encargado de extinguir las llamas, según recoge el periódico Mediterráneo.

El trágico saldo del siniestro es la pérdida de una mujer de 61 años y el traslado de un hombre de 60 al Hospital de Vinaroz debido a la inhalación de humo. Además, tres agentes de la Policía Local también requirieron atención sanitaria por la misma causa. Uno de los bomberos sufrió quemaduras de segundo grado en el hombro, lo que evidencia la intensidad del fuego. «La carga térmica era enorme. Al llegar, las ventanas estaban abiertas y era imposible acceder a la vivienda debido al aporte de oxígeno que alimentaba las llamas», relató Ortega al citado medio.

El sargento destacó que «cada incendio es distinto y plantea sus propios desafíos», pero reconoció que en este caso el acceso resultó particularmente complicado, obligando a los equipos a centrarse inicialmente en reducir la temperatura. En total, dos dotaciones del parque del Bajo Maestrazgo, compuestas por siete bomberos, se turnaron en intervenciones breves dentro del inmueble para minimizar los riesgos. «Cuando los cascos empiezan a derretirse, como ha sucedido aquí, es señal de que la temperatura era extremadamente alta», señaló Ortega.

El aviso del incendio se recibió en Emergencias a las 7:57 horas. La víctima mortal tenía movilidad reducida y se desplazaba mediante un carrito eléctrico. Como consecuencia del fuego, el edificio tuvo que ser evacuado por completo.