Elche pone fin a la política del PSPV y elimina el requisito del valenciano para trabajar en el Ayuntamiento

Mucho han cambiado las cosas en el Ayuntamiento de Elche (Alicante) en materia lingüística desde que gobiernan el Partido Popular y Vox.

Si con la batuta en poder del PSPV había un área entera dedicada a la promoción del valenciano, ahora el nuevo Ejecutivo salido de las urnas el pasado 28 de mayo ha anunciado que el conocimiento de esta lengua ya no será un requisito para poder trabajar en el Consistorio, sino que a partir de ahora será un mérito.

El concejal de Recursos Humanos del Ayuntamiento ilicitano, José Navarro, ha precisado este martes que una de las novedades en las bases de los futuros procesos selectivos en el Consistorio será la supresión del ejercicio de valenciano en los exámenes. Así, en las oposiciones municipales «el valenciano dejará de contar como requisito y pasa a ser mérito, al igual que el resto de idiomas», según ha subrayado Navarro.

El responsable del área, perteneciente al ala 'popular' del Ejecutivo liderado por Pablo Ruz, ha señalado que no existe una exigencia legal que indique la necesidad de este ejercicio en los exámenes de oposiciones, por lo que con esta supresión se quiere «ejercer el principio de igualdad a la hora de optar a las plazas, además de agilizar al máximo los procesos selectivos».

Ningún voto en contra de los sindicatos

En este sentido, Navarro ha afirmado que se ha reunido la mesa general con los sindicatos con el objetivo de «establecer qué ocurre con el punto del examen de valenciano, si se decide quitarlo o bien aumentar el resto de forma proporcional» en los procesos que ya están en marcha.

La medida de que el valenciano ya no sea requisito ha salido adelante sin ningún voto en contra en el encuentro con los sindicatos, según ha afirmado. El Sindicato Independiente ha votado a favor, mientras que CC.OO., UGT y CSIF se han abstenido, según ha explicado el Ayuntamiento en un comunicado.

Por otra parte, los futuros procesos selectivos introducirán la prueba de adecuación de competencias, además de la evaluación de los conocimientos. El siguiente paso es definir los criterios de evaluación. En palabras del edil de Recursos Humanos, «adaptarse a la realidad del siglo XXI».