El misterioso Preventorio de Aguas de Busot, que pasó de hotel de lujo a sanatorio de niños tuberculosos

Hay lugares que cuentan historias y el Preventorio de Aguas de Busot es uno de esos. Muchos conocen de su existencia pero no tantos la historia completa que hay detrás de uno de los edificios más visitados por los amantes de lo paranormal.

Corría el año 1816 cuando el Conde de Casas Rojas, don José, se interesó por este enclave de la provincia de Alicante para construir uno de los hoteles de lujo más visitados en España durante el siglo XIX. La existencia de aguas termales en la zona y la disputa por los terrenos lo llevaron a idear un espacio que permitiese el beneficio de todos. Hecho que retrasó la construcción del edificio principal a 1938, que es el que actualmente se conserva. El encargado de levantarlo fue el ingeniero y arquitecto Pedro García Faría, mientras el Conde estuvo años adecuando los terrenos adyacentes en los que construyeron pequeñas casas alejadas del balneario.

Fue en 1865 cuando abrieron las puertas del Hotel Balneario Miramar Estación de Invierno, una obra de cuatro plantas que albergaría con el paso del tiempo zonas de ocio, como casinos, salas de billar, una granja o una capilla. En uno de los cuerpos del hotel se hallaba el casino, con sus gabinetes de lectura, tresillos o billares. Además había un salón de fiestas con capacidad para 800 asistentes y disponía de grandes comedores con vistas al mar, bodegas y cocinas de renombre; habitaciones de gran lujo y alumbrado por electricidad. Aparte, se construyó otra edificación para que la clientela menos acomodada también pudiera hospedarse en la zona.

En consecuencia, turistas de toda España se acercaron hasta la comarca del campo de Alicante para disfrutar de este espacio. Entre sus huéspedes llegó a estar incluso la Familia Real. Sin embargo, su esplendor duró hasta mediados de la década de 1920, momento en que se inició el declive que propició el cierre del balneario en la década de los 30.

Cambio de uso

Coincidiendo con el inicio de la Guerra Civil Española (1936), el Estado lo adquirió y con la victoria de Franco el régimen decidió darle otra vida: pasó a ser un Preventorio Nacional Infantil destinado al tratamiento de niños afectados por la tuberculosis. Estuvo en funcionamiento hasta los años 60, cuando se dio por erradicada la enfermedad en España y tanto edificio como instalaciones fueron abandonados.

En los años posteriores y hasta la actualidad, se han explorado diversas utilidades para este lugar: una residencia militar, un hospital o incluso un nuevo balneario. Sin embargo, ninguna de estas propuestas se ha concretado. Por lo que el paso del tiempo ha dejado este enclave en un estado de abandono total, evidenciando su notable deterioro. Asimismo, muchas de las estructuras han desaparecido, incluida la emblemática capilla, lo que acentúa todavía más la sensación de desolación que lo rodea.

Lo que sí se ha erigido en torno al sanatorio son las historias paranormales del entorno. Numerosos expertos de la parapsicología se han dejado caer por las ruinas afirmando haber escuchado psicofonías y visto misteriosas presencias. Incluyendo uno de los rostros más conocidos en materia de sucesos paranormales en nuestro país como es el comunicador Iker Jiménez, quien ha dedicado más de un programa al preventorio.

El darle tanta visibilidad a este lugar, sobre todo por YouTube, ha hecho que los amantes de los fenómenos paranormales se hayan pasado años colándose dentro de la propiedad en busca de esas apariciones, cacofonías y sombras que supuestamente se escuchan en su interior.

Actualmente, el Sanatorio de Aguas de Busot se encuentra vallado y su entrada no está permitida. Donde hacía años había una gran actividad ahora solo queda el recuerdo del que fuera uno de los puntos de encuentro social de referencia en la provincia de Alicante durante el siglo XIX.