El cardenal y arzobispo emérito de Madrid, monseñor Carlos Osoro, en un acto del CEU-UCHCEU

El cardenal Osoro, en el homenaje del CEU: «Valencia cambió mi vida»

El cardenal y arzobispo emérito de Madrid participó este martes en un acto homenaje a su figura celebrado en la Universidad CEU Cardenal Herrera

El cardenal y arzobispo emérito de Madrid, monseñor Carlos Osoro, participó este martes en un acto homenaje a su figura celebrado en la Universidad CEU Cardenal Herrera en el que reflexionó en torno a su vida pastoral en Valencia y confesó ante los asistentes al acto que, en su caso, y en relación a su ministerio episcopal en esta diócesis, «Valencia cambió mi vida. Valencia ha sido singular en mi ministerio, gracias a sus gentes. Llegué aquí asustado, pero no sé si es la luz del Mediterráneo que plasmó Sorolla o el modo de vivir de los valencianos que reconozco que, cada vez que vengo a Valencia salgo revitalizado, lleno de optimismo, con las energías renovadas».

El purpurado fue el protagonista del acto que acogió la CEU UCH en el Palacio Colomina en el que se presentó el libro La Iglesia del Señor, una antología-homenaje a la vida y obra del cardenal, galardonado con el Premio Humanidades de la Paz y la Concordia.

Durante el acto, organizado por la Universidad CEU Cardenal Herrera en colaboración con el Proyecto Nacional Granada Costa, monseñor Osoro estuvo acompañado por el arzobispo de Valencia, monseñor Enrique Benavent; el rector honorario de la CEU UCH y director de Proyección Social y Cultural de la FUSP CEU, Vicente Navarro de Luján; el vicepresidente Proyecto Cultura Granada Costa, Álvaro Segura Venegas; el profesor emérito de Filosofía UIB y poeta, Diego Sabiote Navarro, y, el consejero general de los Hermanos de la Salle, Rafael Matas Roselló, un acto en el que el cardenal cántabro destacó la importancia de la fe en nuestro futuro como sociedad «porque la humanidad debe acoger a Dios en esta vida y la Iglesia debe hacerse presente en la sociedad».

Osoro hizo también referencia a su nueva vida tras convertirse en arzobispo emérito de Madrid donde ha pasado de llevar una vida muy activa a una vida contemplativa en la que la oración forma parte fundamental de sí mismo y agradeció a Valencia «de corazón, todo lo que aquí he vivido porque Valencia se ha convertido en mi referencia en mi vida pastoral y personal. Gracias a Valencia y a los valencianos por su acogida y por su entrega conmigo».

Reconocimiento de Valencia

El acto comenzó con la intervención del responsable del Proyecto Nacional Granada Costa, Álvaro Segura que describió la entrega del Premio Humanidades de la Paz y la Concordia al cardenal Osoro como un galardón que, tal y como destacó, «no solo reconoce su incansable labor en busca de la paz y la concordia, sino que también celebra y reconoce la capacidad para unir a las personas en torno a un objetivo común como es la construcción de un mundo mejor». Asimismo, Segura destacó la importancia del trabajo presentado porque en él se recogen «innumerables testimonios de personas que vienen a resaltar el impacto perdurable del cardenal Osoro en la Iglesia y en la sociedad. Historias inspiradoras que recuerdan que, incluso en tiempos de desafíos y adversidad, la fe, la esperanza y el amor pueden iluminar nuestro camino».

El responsable del Proyecto Nacional Granada Costa también destacó de la figura del cardenal el compromiso con la búsqueda de la paz y expresó su «agradecimiento por su liderazgo inspirador y su contribución inquebrantable a la iglesia y a la sociedad, un hombre excepcional que nos deja un legado de paz y de concordia, un faro de esperanza en un mundo, a menudo tumultuoso, cuya influencia continuará guiándonos hacia un futuro más brillante».

Entregado a los jóvenes y desfavorecidos

Junto a la intervención de Segura, también participó el consejero general de los Hermanos de la Salle, Rafael Matas, quien elogió la dedicación del cardenal Osoro a la Iglesia, su compromiso con la vida consagrada, así como con los jóvenes y los más desfavorecidos y presentó la vida pastoral del purpurado como un camino vital en el que Dios siempre ha estado presente. En este sentido, Matas Roselló destacó del cardenal su vocación por la enseñanza como origen y germen de su vocación tardía al sacerdocio y estableció un paralelismo –entre ambas vocaciones– donde la entrega a los demás y a los más vulnerables constituyen dos de los ejes fundamentales de su vida.

Durante su intervención, el consejero general de los Hermanos de la Salle recordó la primera vez que vio y conoció a Osoro a través de una intervención en el programa socio-religioso Pueblo de Dios, emitido en TVE, en el que pudo descubrir «su sencillez y su capacidad de comunicación y pudo ver en él al sacerdote con olor a oveja, tal y como siempre ha pedido el papa Francisco». Matías Roselló resaltó la entrega a la Iglesia, sin condiciones, que a lo largo de su ministerio episcopal siempre ha caracterizado a monseñor Osoro, «una causa de entrega a la Iglesia con una mirada a los que creen y a los que no creen, en una cultura que pretende silenciar a Dios» y lo describió como «un hombre alegre, accesible, cercano y acogedor que siempre ha invitado a la gente a mirar a Cristo y a dejarnos mirar por Él porque Cristo es nuestro espejo, nos contempla, nos regala su belleza, nunca retiremos su mirada».

Asimismo, incidió en su entrega a la gente y en su dinamismo «don Carlos ha sido muy dinámico, hiperdinámico, un hombre que en su caminar a Dios ha tenido sus preferidos en los jóvenes y los más vulnerables» y lo describió como «caricia de Dios» para estos últimos.

«Diversidad de voces»

El rector honorario de la CEU UCH y director de Proyección Social y Cultural de la FUSP CEU, Vicente Navarro de Luján destacó en su turno de palabra la importancia del trabajo La Iglesia del Señor. Una obra que constituye «el epítome de una vida dedicada a la Iglesia y recogida en un volumen que es una antología completa de su obra pastoral». Navarro de Luján resaltó la constante proximidad del cardenal al ámbito educativo y a la realidad juvenil, fruto de la cual decidió entregar su vida a Dios a través del ministerio sacerdotal, «una vocación tardía de la que nunca ha dudado, surgida de la experiencia del aula como docente».

Asistentes al homenaje al cardenal Osoro en ValenciaIrene Bernad

Navarro de Luján destacó de monseñor Osoro su preocupación por los más desfavorecidos, en lo que definió como «dimensión social de la caridad, en palabras del papa León XIII». Una dimensión social que le llevó a fundar escuelas dirigidas a la población gitana en el barrio de Pizarrales en Salamanca, a colaborar en la Escuela de Adultos de la parroquia de Santo Tomás de Villanueva de la capital salmantina y a disfrutar de su amistad con el padre Ángel, siempre volcado con los más favorecidos tanto en su vida misionera en Perú como ahora en Madrid.

Asimismo, el director de Proyección Social y Cultural de la FUSP CEU también destacó de monseñor Osoro la disposición para la amistad, la cual es vivida como «fidelidad que no solo se da en los momentos de alegría y de fiesta, sino que también se da en los momentos más complicados y de sufrimiento, una relación aprendida de Cristo que contagia vida, esperanza e invita a construir y a fijarse en lo bueno de los demás». Para él, el cardenal cántabro es un hombre que sabe acoger al otro «con gran estima, capacidad de escucha y empatía» y destacó su trato cercano con los sacerdotes y con todo aquel que se acerca a él, muestra de ello la obra presentada, «donde, en ella, se recogen más de noventa colaboraciones, lo que da muestra de la dimensión amical de don Carlos, dada la diversidad de voces que han querido participar en este homenaje a su persona y a su obra pastoral». Navarro de Luján concluyó su intervención destacando el buen recuerdo que ha dejado monseñor Osoro a su paso por Valencia, tanto en la sociedad valenciana como en la archidiócesis, al vivir con intensidad su ministerio episcopal.

«Don Carlos fue como un tsunami»

El acto también contó con la participación del poeta Diego Sabiote, gran amigo del cardenal emérito, que recitó y dedicó algunos de los poemas más destacados de su obra y concluyó con unas palabras de actual arzobispo de Valencia, monseñor Benavent, obispo auxiliar del cardenal Osoro cuando ejerció su ministerio episcopal en Valencia en las que destacó la intensidad que imprimió a la diócesis cuando llegó, «recuerdo, junto a monseñor Escudero, hablar de la hiperactividad que desarrolló don Carlos, fue como un tsunami al que no se le podía seguir el ritmo, signo de entrega absoluta a los demás. Un paso por Valencia breve en el tiempo, pero intenso que aún perdura entre nosotros».

El arzobispo de Valencia incidió también en los ejes pastorales que significaron la actividad de monseñor Osoro fundamentada en «la educación, la pastoral juvenil y las vocaciones, lo que lo ha convertido en un pastor de servicio al pueblo de Dios, entregado a la Iglesia y a su pueblo, plasmando entre nosotros la imagen del pastor que no solo se entrega al Evangelio, sino que también se entrega a todas y cada una de las personas que conforman ese pueblo de Dios». El arzobispo de Valencia cerró al acto dándole las gracias por su presencia y su paso por Valencia «donde tiene su casa y donde siempre será bien acogido entre todos nosotros», afirmó.

Osoro, en el homenaje del CEU en ValenciaIrene Bernad

Representación de la curia, institucional y académica

Junto a los ponentes participantes del acto y numerosos asistentes también estuvieron presentes el obispo electo de Santander, monseñor Arturo Ros; el obispo emérito, Esteban Escudero; el vicario general y Deán de la Catedral de Valencia, Vicente Fontestad; el canciller secretario, José Francisco Castelló; el rector del seminario Mayor, Fernando Ramón; el rector de la Basílica de la Virgen de los Desamparados, Melchor Seguí; el ex secretario de monseñor Osoro y canónigo de la Catedral de Valencia, Álvaro Almenar; el capellán de la CEU UCH, Domingo Pacheco, entre otros miembros de la curia valenciana. Asimismo, estuvieron presentes entre el público diversos patronos de la Fundación CEU; el rector de la Universidad Católica de Valencia (UCV), José Manuel Pagán; el secretario general de la ACdP en Valencia, Agustín Domingo Moratalla; el vicerrector y gerente de la CEU Cardenal Herrera, así como el director de COPE Valencia, Sergio Peláez, profesores y alumnos de la institución académica.