Imagen del Salón Columnario, en el interior de la Lonja de Valencia
Historia Valenciana
La Lonja, el imponente edificio que puso a Valencia como referente del comercio mundial
El complejo data del siglo XV y ha sido testigo de la gran importancia que tuvo la seda en la ciudad hasta 1790, con 25.000 personas que se dedicaban a esta actividad
La famosa serie Juego de Tronos ha rodado en España en diversas localizaciones. Una de ellas no ha sido la ciudad Valencia, aunque un escenario bien podría haber sido la Lonja de los Mercaderes o de la Seda. Este monumental edificio de estilo gótico está situado en pleno centro histórico de la capital levantina, en la misma plaza que el Mercado Central y la Iglesia de los Santos Juanes y a escasos metros de la plaza de la Reina en una dirección y del Ayuntamiento en la contraria.
La imponente construcción es uno de los principales atractivos turísticos y culturales de la capital y es historia viva de una de sus épocas más doradas. El complejo está formado por cuatro partes principales, como son la Torre, donde había un calabozo en el que se encerraba a los ladrones que robaban seda y a los comerciantes poco honrados hasta pasar a cargo de las autoridades; la Sala del Consulado del Mar, que antiguamente era la casa de la ciudad; el Patio de los Naranjos y la Sala de Contratación o Salón Columnario, en honor a las ocho columnas de 17,40 metros que soportan las bóvedas. En total, 1.990 metros cuadrados organizados sobre una planta rectangular.
Patrimonio de la Humanidad
El autor el proyecto de este edificio fue Francesc Baldomar, que lo comenzó a elaborar ente 1470 y 1471. Tras su muerte en 1476, sus discípulos, Joan Ivarra y Pere Compte, siguieron con el encargo de construirla según los planos originales y la directriz de que uno no fuera más importante que el otro. Siguiendo el modelo de la Lonja de Palma de Mallorca, la de Valencia es símbolo de una etapa de gran relevancia comercial favorecida por el descubrimiento de América y las nuevas rutas desde Oriente que llegaban a la capital del Turia desde todas partes del globo. De hecho, el banquero valenciano de origen judío Luis de Santángel sufragó el viaje de Cristóbal Colón con el que descubrió el Nuevo Mundo. Igualmente, la Lonja albergó la llamada Taula de Canvis o Mesa de Cambios, una institución financiera de gran prestigio debido a su solvencia y al volumen de operaciones que realizaba.
Fachada de la Lonja de Valencia
En el emplazamiento que actualmente ocupa había 25 casas que se tuvieron que comprar para posteriormente derribaras y alzar la Lonja con sus gruesos muros, sus almenas y el torreón. Según las crónicas de la época, el comienzo de las obras tuvo lugar el 5 de febrero de 1483, si bien hay otra versión que sostiene que la primera piedra se colocó en 1492 y la construcción se inició un año más tarde. Es en 1548 cuando el complejo está levantado por completo y comienza un recorrido que le llevó a ser Monumento Histórico Artístico nacional desde 1931 y declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1996.
Imagen del Patio de los Naranjos de la Lonja de Valencia
La mención a la seda se debe a que entre los siglos XIV y XVIII este tejido era la principal industria de Valencia y fue en la Lonja donde se hacían numerosas transacciones entre los 293 maestros sederos que había en 1487. Es más, en el siglo XIV la mayoría de sederos locales eran judíos y posteriormente conversos. Fue en 1465 cuando se agruparon para crear la Cofradía de la Virgen de la Misericordia, que cuenta con una capilla en el interior del recinto.
La relevancia de este sector continuó durante bastante tiempo, alcanzando el momento de máximo esplendor a lo largo de la segunda mitad del siglo XVIII. Por esas fechas, 25.000 personas se dedicaban a la seda en la ciudad de Valencia entre más de 3.000 telares. Sin embargo, en 1790 comenzó a entrar en declive y ya no volvió a recuperar la importancia previa. Aun así, la Lonja ha mantenido su referencia a la seda a modo de homenaje a la primera gran industria valenciana y a sus profesionales.