Vista aérea del nuevo Mestalla, en ValenciaEFE

Lim pone en jaque que Valencia sea sede del Mundial tras el pulso con el Ayuntamiento por el nuevo estadio

Valencia se aleja de estar entre las ciudades elegidas para albergar partidos en la cita futbolística por la decisión del propietario y su empresa, Meriton Holdings

El Valencia Club de Fútbol ha comunicado a la Generalitat Valenciana la negativa a firmar el documento al que obliga la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) para acoger la gran cita dentro de seis años y que la capital regional sea sede de Mundial.

Esto es, al menos, hasta que no tengan una seguridad jurídica y urbanística para empezar las obras del nuevo estadio, que lleva parado desde 2009. Tan solo un día después de que el Ayuntamiento levantino anunciara el inicio de auditoría externa para evaluar el coste de las obras del coliseo, el club ché ha respondido.

El desafío para la candidatura de Valencia viene dado porque el plazo final para su firma y presentación por parte de todos los actores implicados ante la RFEF expira este viernes. Pero a pesar de la falta de la firma del club naranja, la Generalitat, que firmó el pasado miércoles, y el Ayuntamiento, que tiene previsto hacerlo el viernes, siguen con la intención de que la capital de la Comunidad sea una de las candidatas.

Para ello tendrán que solicitar una prórroga de los plazos esperando que al final el Valencia dé el paso. Todo ello con la presión de que otros clubes y ciudades españoles presenten todos los documentos correspondientes y les adelanten en posición y la capital del Turia quede definitivamente fuera.

Esta información llega en mitad de la moción para que Peter Lim, dueño y máximo accionista del club, avale la reactivación de las obras del nuevo Mestalla lo antes posible, iniciativa que aprobaron los grupos municipales del Partido Popular, Compromís y Vox, mientras el PSPV-PSOE se abstuvo.

«Mano firme» con Peter Lim

Justo antes de que se conociese que España albergará el Mundial de 2030, la alcaldesa de Valencia, María José Catalá, fue clara con el nuevo Mestalla y ya en octubre aseguraba que no iba a conceder «ni una ventaja a Meriton (la empresa de Lim), pero ni a Meriton ni a nadie», sobre el nuevo estadio. Pero sus declaraciones sobre este tema no quedaron ahí, porque en enero también dijo que habría «mano firme, pero sin paralizar ningún proyecto que esté en la ciudad de Valencia».

Por su parte, Lim justifica su negativa en la inseguridad jurídica y urbanística, a su juicio, generada tras las negociaciones con el Ayuntamiento. Si la decisión fuera definitiva, sería un verdadero varapalo económico para la ciudad, ya que dejaría a esta sin ingresos directos de millones de euros por la celebración de partidos, alojamiento, turismo y otros gastos relacionados con el evento, además de los nuevos puestos de trabajo que generaría.

A pesar de todo, la FIFA ya ha dicho que si Lim y su organización cambian de opinión y las obras empiezan antes de junio de este año el Valencia aún podría aspirar a ser una de las sedes del Mundial 2030, ya que España tiene autorización para emplazar al menos diez estadios.

De momento, las demás sedes españolas, como son el caso de Barcelona (el Camp Nou y el RCDE Stadium), Madrid (Santiago Bernabéu y el Cívitas Metropolitano), Sevilla (La Cartuja), Bilbao (San Mamés) y San Sebastián (el Reale Arena) siguen intactas y a la espera de una decisión.