Boceto de la falla Convento Jerusalén, la más cara de 2025Taller David Llongo

Así será la imponente falla más cara de 2025, que costará 250.000 euros

El monumento, diseñado por David Sánchez Llongo, simbolizará la riqueza y el poder a través de un recorrido artístico por la historia del oro

La falla más cara que se plantará en la ciudad de Valencia durante el próximo ejercicio fallero contará con un presupuesto de 250.000 euros. La comisión Convento Jerusalén-Matemático Marzal, perteneciente a la sección Especial, se mantiene un año más como la falla con el presupuesto más elevado. En segundo lugar se sitúa la comisión Monestir de Poblet-Aparicio Albiñana (L'Antiga de Campanar), con un presupuesto de 195.000 euros, seguida en tercera posición por Exposición-Micer Mascó, con 185.000 euros.

Las comisiones ya desvelaron sus cartas este pasado fin de semana en el evento Una festa per a tots, en un ejercicio que llega con novedades en el tablero de los artistas, dado que prácticamente la mitad de las fallas han cambiado de taller respecto al año anterior. Convento-Jerusalén-Matemático Marzal apuesta por el artista fallero David Sánchez Llongo con una impresionante falla titulada Or (oro).

Boceto de la falla Convento Jerusalén-Matemático MarzalTaller David Llongo

Llongo ha compartido a través de su perfil de Facebook una detallada explicación sobre la falla, la cual rinde un espléndido homenaje al oro, no solo como metal precioso, sino como símbolo de poder y riqueza a lo largo de la historia. La obra utiliza un lenguaje artístico que evoca tanto el origen cósmico del oro como su impacto cultural.

En la cúspide de la estructura, se encuentran dos figuras galácticas, un hombre y una mujer, que simbolizan las estrellas supernovas responsables de la creación del oro en el universo. A los pies de estas siluetas, cuatro figuras aladas sostienen una imponente corona de oro que se derrama sobre el cuerpo central de la falla, explica.

En el centro del monumento se alzan dos majestuosas figuras que representan el oro de 18 quilates y el oro blanco, personificando la riqueza y el poder. Estas siluetas visten trajes atemporales que evocan culturas ancestrales que levantaron imperios en torno a este metal. Detrás de ellas, se alzan grandes arquitecturas y templos que rememoran la grandeza de civilizaciones pasadas, según detalla el escrito del Taller de Llongo.

Los contrarremates de la falla, añade, presentan distintas perspectivas sobre el valor del oro en diversos contextos. Uno de ellos incorpora el azafrán, conocido como «el oro rojo», con influencias orientales, mientras que otro destaca el petróleo, «el oro negro», representado por una mujer adornada con serpientes metálicas y engranajes.

Además, el oro rosa cobra vida en una «elegante dama» rodeada de flamencos y aves exóticas, mientras que el oro digital se manifiesta a través de un caballero montado sobre un dragón. Finalmente, una «majestuosa joven», que sostiene una llave en sus manos, oculta bajo su falda una jaula de oro, invitando al espectador a preguntarse si esta llave es la clave de la felicidad, como detalla el taller del artista fallero.

En cuanto a las fallas infantiles, Convento Jerusalén-Matemático Marzal repite también como la de mayor presupuesto, con 55.000 euros. El artista fallero Iván Tortajada, encargado de dar vida a este monumento, ha compartido en sus redes sociales el lema de la falla: «Ensenyant aprendràs» (enseñando aprenderás). Según explica, se trata de una metáfora en la que se invierte el orden tradicional, destacando cómo el más joven o pequeño puede ser quien enseñe al mayor.