Armada española  El S-74 Tramontana, un submarino histórico a la espera del moderno S-81

Diciembre de 2021. La dotación del submarino español Tramontana afronta un grave accidente utilizando sus medios de supervivencia y control de la atmósfera, a la espera de un rescate que no llega. El S-74 se encuentra inmovilizado en el fondo del mar y su tripulación lucha contrarreloj. Utilizan a la desesperada un innovador sistema de absorción de CO2, mediante unas cortinas de Li-ion que captan más eficazmente dicho gas.

A partir de esta dramática escena se pone en marcha un complejo operativo de búsqueda con la activación de la baliza de salvamento del submarino, dando paso a la alerta y activación de las unidades y Estados Mayores involucrados, así como a la búsqueda y localización con el despliegue de unidades navales.

Afortunadamente solo se trataba de un ejercicio, denominado Cartago-21, que puso a prueba la capacidad de uno de los submarinos históricos de la Armada, ya en la recta final de su vida operativa, a la espera de la moderna serie de los S-80, que lo sustituirán muy pronto.

El ejercicio culminó con un escenario dantesco: numerosos miembros de la tripulación logran salir del submarino y se encuentran muy afectados como consecuencia de los cambios de presión. Finalmente, son evacuados para su intervención inmediata.

El Tramontana es un submarino con más de tres décadas de servicios a sus espaldas. Como curiosidad, es la primera vez que aparecen en la Armada Española nombres de vientos para designar submarinos. Es el cuarto de la clase «Galerna», construido en los astilleros de la Empresa Nacional Bazán en Cartagena. Su puesta a flote se efectuó el 30 de noviembre de 1984, siendo madrina la esposa del entonces ministro de Defensa, Narcís Serra y Serra. Efectuó su primera inmersión el 5 de julio de 1985 y fue entregado a la Armada el 30 de diciembre del mismo año, tal y como consta en la reseña histórica de la Armada sobre el buque.

Armamento

Según la ficha técnica facilitada por la Armada, el armamento principal del submarino está constituido por cuatro tubos lanzatorpedos de 533 mm, «con sistema de recarga, a través de los cuales se pueden lanzar torpedos y minas».

Además, el submarino también dispone de armamento ligero (pistolas, fusiles y ametralladoras) para la defensa del mismo cuando navega en superficie o se encuentra atracado en puerto.

Los torpedos que puede lanzar, según la descripción de la Armada, son los siguientes:

• Torpedos filoguiados F-17 mod. 1 y 2 (contra buques y submarinos).
• Torpedos antisubmarinos L-5 mod. 4 (contra submarinos).

Los principales sensores del submarino son los sónares. Además, dispone de antenas de comunicaciones, radares y periscopios.