Ejército del Aire  Eurofighter Typhoon contra F-22 Raptor: duelo de poder entre ases del aire

La semana pasada El Debate ofrecía una comparativa entre dos cazas de combate de última generación: el Eurofighter Typhoon y el F-35 Lightning. Hoy planteamos una nueva comparativa, esta vez entre el caza de referencia del Ejército del Aire español y otro avión puntero: el Lockheed Martin F-22 Raptor, un aparato de quinta generación construido en Estados Unidos, muy destacado por su tecnología «furtiva». A continuación reseñamos las principales características que enfrentan a ambos en la siguiente infografía:

Conviene resaltar, como se hizo en la referida información, que queda en manos del lector decidir cuál de estos dos imponentes aparatos ganaría en un duelo en el aire. Incluso las opiniones de los expertos son variadas y dispares. Conviene destacar que en 2015 el Royal United Services Institute for Defence and Security Studies concluye que el Eurofighter es el mejor avión de combate en servicio del mundo, solo por debajo del F-22 Raptor. Sin embargo, con el paso de los años, otros especialistas se han centrado en poner de manifiesto los problemas del Raptor -para empezar su elevadísimo coste, disparado entre los 130 y 180 millones de dólares- frente a las virtudes del Typhoon. Baste aquí con enfrentar las principales características de unos y otros. Sea como sea, también hay que reseñar la reciente decisión anunciada por Estados Unidos hace unas semanas que dará de baja parte de su flota de estos avanzados reactores furtivos. El anuncio, que ya tendrá efecto en el presupuesto de Defensa de 2023, supondrá dejar en tierra a 33 de los 186 F-22 en servicio.

Este proceso implicará con toda probabilidad la retirada total de este modelo en una década, mientras se apuesta por el futuro NGAD (Next Generation Air Dominance). Hay que reseñar que en el caso de la Unión Europea se está trabajando en este ámbito en el denominado programa FCAS (Future Combat Air System), un sistema de defensa que integrará un avión de «siguiente generación» que volará con varias plataformas no tripuladas. Los aparatos se coordinarán a través de una sofisticada «nube» de combate, que a su vez permitirá el intercambio de información en tiempo real con todo tipo de plataformas terrestres, aéreas, navales y satélites.

F-22, un ave de presa

La mezcla de los elementos claves de este caza dan lugar a una combinación indudablemente letal: sigilo, velocidad supercrucero, maniobrabilidad y aviónica integrada, agilidad y sistemas tecnológicos de quinta generación, junto a potente armamento aire-aire y aire-tierra de largo alcance. Una de sus grandes bazas, efectivamente, es la conectividad del F-22 con otras plataformas «en apoyo de la estrategia de operaciones conjuntas de todos los dominios de la Fuerza Aérea». Es lo que Lockheed Martin denomina «sistemas abiertos e ingeniería digital».

Existe unanimidad en que el F-22 de quinta generación tiene una capacidad de sigilo fuera de lo común, ya que se trata de un caza furtivo que utiliza tecnología «stealth», de baja detectabilidad. Estos aviones son prácticamente invisibles para los radares enemigos. El F-22, tal y como reconoce la Fuerza Aérea de Estados Unidos, posee un sofisticado conjunto de sensores que permite al piloto rastrear, identificar, disparar y neutralizar amenazas aire-aire antes de ser detectado. En la configuración aire-aire, el Raptor lleva seis AIM-120 AMRAAM y dos AIM-9 Sidewinder.

El F-22 tiene una una de sus grandes bazas en la capacidad de atacar objetivos de superficie. En la configuración aire-tierra, la aeronave puede transportar internamente dos municiones conjuntas de ataque guiado GBU-32 de más de 450 kilos.

El impresionante empuje de los motores del F-22 le permite navegar a velocidades supersónicas (superiores a 1.5 Mach) sin utilizar el denominado «dispositivo de poscombustión», una característica conocida como supercrucero. Este sistema ahorra además una cantidad ingente de combustible a velocidades supersónicas. En el futuro, una de las posibilidades en las que se está trabajando es que los F-35 o F-22 estadounidenses vuelen escoltados por su propia escuadrilla de drones «Loyal Wingman». De hecho, un sistema de software llamado «Skyborg» se ha probado como «cerebro» de dos drones XQ-58 Valkyrie, que ofrecen a los pilotos militares información clave sobre su entorno en tiempo real.

Eurofighter, un tifón

El Eurofighter Typhoon no es un F-22 o un F-35 y no tiene capacidades de caza de quinta generación. Sin embargo, podría competir con ellos gracias a su tecnología, velocidad y armamento. Este caza ha convertido en pieza clave de la defensa europea y española. El origen del proyecto se remonta a la década de los 80 y, con el tiempo, ha cuajado con la unión de cuatro naciones europeas: Reino Unido, Alemania, Italia y España, y sus principales empresas aeroespaciales y de defensa. El consorcio lo define así: «el avión de combate de rol oscilante más avanzado del mundo que proporciona capacidades aire-aire y aire-superficie desplegables simultáneamente.

En la actualidad, se está dando forma a un plan de 10 años y Eurofighter está entrando en una fase crucial cuyo objetivo es que se mantenga operativamente relevante en la década de 2060. Este plan tiene dos patas: el estudio de Evolución a largo plazo (LTE), que sustenta el desarrollo futuro del avión; y el próximo contrato de mejora del sistema de armas, conocido como P4E, que tendrá radares E-Scan completamente integrados y operativos.

Aunque no es una avión furtivo su armamento es muy potente y pude contar con hasta 6 bombas; también lleva seis misiles, un cañón y una cápsula de orientación, y suficiente potencia de procesamiento para respaldar simultáneamente las actualizaciones de misiles en vuelo y la orientación de bombas en vuelo. Los aparatos del Ejército del Aire español, por ejemplo, suelen estar dotados con un cañón Mauser de 27mm., 4 misiles Amraam y 2 misiles Iris-T. Los motores gemelos Eurojet permiten la capacidad de volar a velocidades supersónicas y ofrecen 1.000 horas de vuelo sin necesidad de mantenimiento no programado.

Los materiales de los que está construido son sin duda uno de sus puntos fuertes: compuestos de fibra de carbono (70 por ciento), rieles (15 por ciento), plástico reforzado con vidrio (12 por ciento) y otros materiales (3 por ciento). La utilización de estos materiales dan al Typhoon una inestabilidad deliberada. Su uso significa que el peso de la estructura del avión es un 30 % menor que el de los materiales tradicionales, lo que aumenta el alcance y el rendimiento, además de reducir la firma del radar. Solo el 15 por ciento de la superficie de la aeronave es metálica, lo que según la compañía ofrece un funcionamiento sigiloso y protección contra los sistemas basados en radar.

El Subsistema Pretoriano de Ayudas Defensivas (DASS), producido por EuroDASS (Leonardo, Elettronica, Indra y Hensoldt), equipa al Eurofighter con autoprotección contra amenazas aire-aire y tierra-aire, incluidos infrarrojos y radar. Cuenta asimismo con contramedidas electrónicas (ESM/ECM) y un avisador de misiles.

F-22 contra Eurofighter... en Albacete

Para terminar, una anécdota. O quizás algo más. En agosto de 2018, el F-22 estuvo por primera vez en España. Concretamente, en la Base Aérea de Albacete tuvo lugar un ejercicio de entrenamiento aéreo avanzado conjunto que contó con la participación de dos aviones de quinta generación F-22 de la USAFE y aviones Eurofighter y F-18 del Ejército del Aire. Tras el despegue inicial de dos Eurofighter, efectuaron una misión con uno de los F-22. Ya en la zona de «trabajo» se efectuaron maniobras de «combate disimilar», es decir, entre cazas de distintas características.

Al mismo tiempo, un F-18 del Ala 12 despegó desde la Base Aérea de Torrejón para reunirse en zona con el segundo F-22 americano y realizar el mismo tipo de misión. Seguidamente los dos Eurofighter del Ala 14, en misión de policía aérea, localizaron la traza correspondiente al F-22 y realizaron maniobras de interceptación para su posterior identificación. «Ante cualquier acción ofensiva del avión atacante efectuaron maniobras defensivas y de coordinación en pareja para mantener la zona de control del enemigo». En aquella ocasión, los Eurofighter mantuvieron a raya a los F-22 en el cielo de Albacete. Lo que es cierto es que la unión hace la fuerza y que la pregunta quizás no sea cuál de los dos es más poderoso. Más bien: ¿qué ocurriría si ambos combaten juntos? Sin duda, sería una opción militar muy difícil de vencer para cualquier enemigo.