Defensa El auge de los misiles asesinos de portaaviones: velocidad supersónica y gran devastación
El pasado mes de julio, un teletipo de la agencia rusa Tass informaba de que las Fuerzas Armadas rusas estaban desarrollando un nuevo misil balístico, llamado 'Zmeevik' y calificado como «asesino de portaaviones». ¿Propaganda en plena guerra con Ucrania? ¿Peligroso avance militar? Según la agencia oficial, que cita fuentes militares, el misil estaría preparado para el combate hipersónico. Su diseño está orientado a la destrucción de grandes objetivos de superficie, principalmente portaaviones, y tendría un alcance de unos 4.000 kilómetros. En este sentido, se trata de un misil que tiene características similares a la de los misiles chinos de clase similar DF-21D y DF-26. Pero, ¿podría un misil de estas características hundir un gigantesco portaaviones?
Como puede apreciarse en el gráfico de Kindelán, un misil de estas características persigue su objetivo siguiendo una trayectoria balística. La trayectoria lo impulsa al espacio y regresa a la tierra con el objetivo fijado, reentrando en la atmósfera a velocidad superior a 5 Mach y con un ángulo pronunciado. La principal referencia de este tipo de misil es el hipersónico DF-21D chino, con un alcance estimado de unos 1.500 kilómetros. El DF-26 tiene ya un alcance de unos 4.000 kilómetros, próximo al nuevo misil ruso.
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Como informó El Debate, el nuevo portaaviones nuclear norteamericano, el USS Gerald R. Ford, lleva a cabo su despliegue inaugural en el Atlántico. Este portaaviones es considerado el más moderno del mundo en servicio. Pues bien, aún tratándose de un buque dotado con un armamento de última generación, el Pentágono sabe que uno de los Dong Feng DF-26 y DF-21 D, podrían reventar su buque más innovador gracias a la capacidad de dichos misiles de llevar cabezas nucleares tácticas. De hecho, se sabe que China ha ensayado los misiles antes citados con objetivos diseñados a imagen y semejanza del USS Gerald R. Ford a escala real, o destructores de la clase Arleig Burke. Los rusos, por su parte, han hecho pruebas con el misil de crucero Zircon, capaz también de llevar cabezas nucleares a velocidad hipersónica.
De hecho, el pasado 29 de mayo, el Ministerio de Defensa de Rusia informó de que había logrado lanzar con éxito su nuevo misil hipersónico Zircon. El misil fue lanzado desde la fragata Almirante Gorshkov en el Mar de Barents y alcanzó su objetivo a unas 625 millas (1.000 kilómetros) de distancia en el Mar Blanco.
En Estados Unidos, por su parte, la US Air Force desarrolla un misil hipersónico a través del programa AARW (Air-launched Rapid Response Weapon). Se trata de un proyecto de Lockheed Martin que acelera la militarización de las capacidades de ataque hipersónico. Los sistemas hipersónicos viajan a Mach 5 o más rápido. Para hacerse una idea, a Mach 5 se viaja a más de 1,6 kilómetros por segundo. Crear un sistema tan rápido significa superar una serie de complejos desafíos de ingeniería y física, tal y como señala la empresa norteamericana:
los retos de la velocidad supersónica
- Calor: A velocidades hipersónicas, la fricción y la resistencia del aire crean una cantidad increíble de calor, que debe gestionarse mediante escudos térmicos y sistemas de protección térmica resistentes, pero ligeros.
- Materiales innovadores: Manejar el calor y la velocidad extremos significa aplicar materiales y compuestos avanzados que puedan soportar entornos extremos.
- Maniobrabilidad: Los sistemas hipersónicos están diseñados para operar en entornos bélicos y deben ser capaces de superar una amplia gama de defensas.
- Precisión: Un sistema que se mueve a 1,6 kilómetros cada segundo necesita operar con un grado increíble de maniobrabilidad precisa.
- Comunicación: Las operaciones básicas, como las comunicaciones, se convierten en un desafío importante durante el vuelo hipersónico. Un sistema debe mantener la conectividad con los operadores y los tomadores de decisiones a través de sistemas de sensores y comunicaciones.
El esfuerzo de Estados Unidos por alcanzar a Rusia y China no ha estado exento de problemas, ya que se han producido fallos durante las pruebas del programa ARRW. Pero sigue adelante, sobre todo después de los exitosos ensayos que tuvieron lugar el pasado mes de julio. Además, el Pentágono también realizó una prueba positiva del misil OpFires. El programa Operational Fires está a cargo de Darpa, la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de Defensa. Fue la primera prueba de vuelo del sistema de deslizamiento hipersónico basado en tierra, que está diseñado para ser lanzado desde un camión militar estándar.
El auge de los misiles supersónicos avanza a pasos agigantados mientras los portaaviones mantienen su papel tradicional en la estrategia militar. Sea como sea, el pasado verano tuvimos ocasión de comprobar como el incremento de la tensión en Taiwan provocó el envío a la zona del portaaviones USS Ronald Reagan con su grupo de combate por parte de Estados Unidos. China desplegó maniobras con lanzamiento de misiles y esgrimió el fantasma de los misiles asesinos de portaaviones. Todo un ejemplo real de cómo se juega hoy en día en el tablero militar internacional.