Ejército del Aire Un F-18 socorre en pleno vuelo a un Airbus A321 civil: alto riesgo a 2.400 metros de altura
aeropuerto de Gran Canaria, en torno a las 12.30, hora insular, de un primaveral día de mediados de marzo. Un Airbus A321-211 de la compañía Sunclass Airlines se dispone a despegar. Hay normalidad en todas las operaciones. La aeronave civil despega sin incidentes, pero el comandante enseguida detecta que algo va mal. A la hora de recoger el tren de aterrizaje recibe un peligroso aviso: 'fallo de tren'. Se trata de una situación grave. El comandante toma la decisión de ascender hasta los 8.000 pies, unos 2.400 metros. Se dirige al sur de la isla, y empieza a orbitar con el objetivo de consumir combustible para aligerar peso. Cobra fuerza la posibilidad de un aterrizaje de emergencia.
La tripulación de la aeronave aún no lo sabe, pero es su día de suerte. Mientras tratan de tomar una decisión, la Base Aérea de Gando activa los medios de emergencia para prestar un apoyo que podría ser muy necesario. Al mismo tiempo, el centro de operaciones de la base ofrece la colaboración de los F-18A. La casualidad quiere que, precisamente en esos momentos, los cazas de combate del Ejército del Aire y del Espacio se encuentran de regreso tras una misión de entrenamiento.
Uno de los aparatos del Ejército se aproxima entonces hasta el Airbus A-321 para realizar un reconocimiento visual y valorar las posibles incidencias, evaluando la situación.
El comandante del avión civil acepta el ofrecimiento de ayuda y el 'halcón', indicativo del F-18A, se posiciona en la cola del avión a 6.000 pies, unos 1.800 metros. Comienza la delicada operación de aproximación.
Una vez situado debajo del Airbus, tal y como refleja el Ejército del Aire en su información de los hechos, el F-18A realiza la comprobación visual y comunica a la aeronave civil que tiene todo el tren de aterrizaje recogido y con todas las compuertas cerradas, por lo que no se apreciaba daño alguno.
Gracias a las indicaciones del F-18A, los pilotos de la aeronave civil continuaron realizando una evaluación de la situación con toda seguridad. Media hora después de que el F-18A realizara la inspección visual, el Airbus tomó tierra sin ninguna complicación en el propio aeropuerto de Gran Canaria. Final feliz para una situación complicada.
Un F-18 intercepta un avión
El Ejército del Aire y del Espacio mantiene aviones en alerta permanente en previsión de cualquier eventualidad que pueda producirse. Una respuesta parlamentaria del Gobierno ha revelado que el pasado mes de febrero, un F-18 tuvo que intervenir cuando se detectó que un avión sin identificar sobrevolaba el espacio aéreo español. El aparato no comunicaba ni respondía a llamadas del control aéreo Ante la falta de respuesta, un F-18 de la base de Torrejón de Ardoz se vio obligado a despegar hacia el País Vasco.
El avión militar rompió la barrera del sonido del sonido para llegar al punto en el que se encontraba el aparato que había hecho saltar las alarmas. El avión sospechoso resultó ser un vuelo comercial cuyo comandante no comunicaba ni respondía a llamadas de los controladores aéreos mientras sobrevolaba el País Vasco y Navarra. Una vez establecida la comunicación con el avión comercial, el piloto del F-18 finalizó su maniobra y regresó al Destacamento de Alerta y Control de la base de Torrejón. Afortunadamente, el piloto silencioso del avión comercial provocó solo un susto.