El JEMAD pide colaborar a la industria y el sector académico frente a las amenazas del ciberespacio

La Fundación FEINDEF ha organizado esta semana la jornada 'Ciberdefensa y ciberseguridad en los conflictos actuales', reuniendo a expertos en la materia para abordar los principales retos y oportunidades que se plantean en este ámbito.

En ella, su presidente, Julián García Vargas, ha denunciado los ataques que se producen en lo que se denomina el quinto dominio, el ciberespacio, y que –ha explicado– delimitan los planes democráticos de las sociedades y de las naciones. Así, ha descrito esta jornada como un importante escenario para «dar respuestas» a los problemas planteados al respecto.

Con el fin de preservar la seguridad en este ámbito, Vargas ha recalcado que es necesario un «trabajo en conjunto» entre entidades públicas y privadas en aras de desarrollar soluciones presentes y futuras para «adelantarnos a cualquier amenazas», así como que se analice el contexto desde una perspectiva nacional, europea y colaborativa con otros organismos.

El Jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), el Almirante General D. Teodoro López Calderón, ha expresado que «esta era digital constituye una de las mayores transformaciones; pero también es catalizadora de nuevos ámbitos de confrontación como es el ciberespacio, el espacio ultraterrestre o el cognitivo», del que ha señalado que se caracteriza por ser dinámico y en constante evolución y no estar libre de amenazas.

Por ello, ha remarcado que es preciso «dotarnos» de capacidades para hacerles frente, y para ello, a su vez, «aunar esfuerzos» de los actores implicados y tener recursos materiales y personales suficientes, además de ser necesario un «adiestramiento virtual». En este sentido, ha señalado que, a la hora de hablar de capacidades militares, hay que hablar de industria. «Tan importante como los buques de guerra, los blindados o los aviones, lo son también las capacidades digitales, la gestión de datos y el software», ha expresado.

Haciendo referencia a la guerra en Ucrania, Emilio Rico Ruiz, Security Advisor de Grupo TRC, ha analizado el conflicto desde la perspectiva de las telecomunicaciones y software. En ese sentido, ha destacado que pese al «impactante» y desigual balance de fuerzas, la resistencia de Ucrania al conflicto y a los ataques cibernéticos recibidos se debe, en parte, a la «voluntad de defender su territorio y a la disposición de la suficiente capacidad tecnológica, lo que ha permitido equilibrar los bandos».

En la jornada, se han abordado algunos de los retos y oportunidades que se presentan en el sistema de seguridad nacional. La jefa de la Unidad de Ciberseguridad y lucha contra la Desinformación del Departamento de Seguridad Nacional, Marina Rodríguez, ha defendido que la guerra en Ucrania «no nos ha cogido desprevenidos» pero sí ha traído una mayor concienciación social y estatal al respecto.

En este contexto, Rodríguez ha reivindicado la necesidad de la formación y la capacitación constante. Algo que también ha sostenido Álvaro de Lossada Torres-Quevedo, jefe Oficina de Coordinación de Ciberseguridad (OCC), dependiente del Ministerio del Interior, que ha recalcado que, si bien se ha alcanzado un buen nivel de manejo de las tecnologías, «el nivel de analfabetismo en materia de ciberseguridad todavía sigue siendo muy alto».

El Subdirector General del Centro Criptológico Nacional (CCN), Luis Jiménez Muñoz, ha analizado el proceso de actuación de España durante el estallido de la Guerra en Ucrania, momento desde el cual los diferentes grupos de trabajo comenzaron a analizar las implicaciones de este conflicto en la ciberseguridad de nuestro país. «El nivel de coordinación nacional fue muy bueno y permitió conocer desde el principio las fortalezas y debilidades de nuestro ciberespacio», que fue posible gracias también a la «espectacular» respuesta del sector público-privado.

Para finalizar, el Embajador en misión especial para la ciberseguridad de España, Nicolás Pascual de la Parte, ha resumido los dos aspectos fundamentales en esta materia, que no son otros que la difusión del conocimiento y la importancia de la colaboración público-privada.