Ejército de Tierra Leopard 2A4: del cementerio de carros de combate a la guerra en tiempo récord
Se encuentran ya en el puerto de Santander, completamente renovados, para su inminente envío a Ucrania
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Durante más de una década permanecieron almacenados sin uso en unas dependencias militares del barrio zaragozano de Casetas. Algunos de ellos habían sido «canibalizados» y se encontraban desmembrados e inutilizados. El Ejército de Tierra los había retirado de servicio y, con el paso del tiempo, su estado se fue deteriorando. Son los Leopard 2A, los carros de combate españoles que agonizaban en un cementerio militar y que han experimentado un acelerado proceso de resurrección para ser enviados a Ucrania. Los Leopard han sido reparados y puestos a punto en tiempo récord en la factoría de la empresa Santa Bárbara en Alcalá de Guadaíra (Sevilla). Posteriormente, se han sometido a pruebas de certificación por parte del Ejército de Tierra en Cerro Muriano, en Córdoba. Una vez superadas estas fases han sido trasladados por carretera al puerto de Santander –donde se encuentran ahora– para ser enviados desde allí a Polonia. Aquí se recibe y distribuye toda la ayuda militar que los países envían a los escenarios de la guerra. El proceso de renovación de estos carros de combate se ha realizado en tiempo récord, como subrayó recientemente la ministra de Defensa, Margarita Robles.
A principios del pasado mes de febrero, España y los países aliados de la OTAN coordinaron el envío de los Leopard a Ucrania. Poco después, el 16 de febrero, llegaba a España el primer grupo de alumnos para recibir la formación necesaria como tripulaciones y mecánicos. El Estado Mayor de la Defensa informó de que estos cursos tienen una duración de cuatro semanas de adiestramiento, tras las cuales el personal ucraniano es capaz de manejar los sistemas operativos del vehículo de combate y realizar las tareas de mantenimiento de primer y segundo escalón de los diferentes componentes mecánicos y electrónicos, así como su explotación táctica en pequeñas unidades.
El personal que se ha estado formando en España tenía experiencia previa en el empleo de carros de combate por lo que «la instrucción se ha centrado en las particularidades técnicas del sistema de combate a manejar».