La ONU deja sola a la UE en su objetivo de contener a Wagner y el yihadismo en el Sahel

El pasado viernes, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas decidía poner fin a una década de misión de paz en Mali efectivo desde este sábado y durante los próximo seis meses. También hay que decir que es una decisión que se toma después de que el Gobierno de ese país africano pidiese a la ONU que se retirara acusándole de haber fracasado en su tarea de estabilizar Mali e, incluso, de ser parte del problema de seguridad que tiene.

De esta forma, la misión de la Unión Europea es ya la única que permanece sobre el terreno. Y se trata de una misión ya mermada tras la retirada el año pasado de las tropas francesas y alemanas y en la que, precisamente por esa retirada, España ha adquirido un papel protagónico.

Tanto la misión de las Naciones Unidas como la de la Unión Europea se instalaron en 2013 a petición del entonces gobierno de Mali que pidió ayuda para responder a la necesidad de reforzar las capacidades de las Fuerzas Armadas de Mali, con el resultado final de unas fuerzas armadas autosuficientes capaces de contribuir a la defensa de su población y su territorio. Era un momento en que el Estado Islámico se encontraba en su máximo apogeo.

Desde entonces, distintos golpes de Estado, muchos de ellos promovidos por Rusia para ir asentando el Grupo Wagner, han generado un estado de animadversión gubernamental hacia las misiones internacionales de forma que la misión europea se ha visto muy mermada y ahora concluye con la expulsión de la misión de Naciones Unidas.

La propia ONU explica que las misiones de mantenimiento de la paz «es la representación de mayor importancia y visibilidad de las Naciones Unidas». No obstante, añade que «es fundamental un proceso político viable para que nuestras operaciones funcionen, ya que el mantenimiento de la paz pretende respaldar los esfuerzos nacionales, no sustituirlos». Y eso es lo que ha obligado a esta misión de paz a retirarse de Mali.

España, referente en África

De esta forma, la misión de la Unión Europea es la única que resiste en el país africano. Y dentro de ésta, España tiene un papel fundamental como el país que más militares aporta a la EUTM-Mali. El Ministerio de Defensa explica que los soldados españoles «realizan las labores de formación de los militares malienses que, una vez acabado su primer periodo de formación e instrucción, son enviados al norte del país para enfrentarse a los grupos yihadistas que todavía actúan con relativa libertad en esa zona».

También la ministra de Defensa, Margarita Robles, alertó hace ya un año de la fuerte y creciente implantación de tropas rusas en la zona de la mano del Grupo Wagner.

La salida de la misión internacional de la ONU deja en un papel muy delicado a la misión europea y, en especial, a los soldados españoles.