Fuerzas Armadas El rápido rearme de Marruecos pone a tiro el sur de España
El pasado 17 de julio, el Ejército de Israel nombró a Sharon Itach como su primer agregado militar en Marruecos, en medio del fortalecimiento de los lazos de seguridad entre ambos países tras el acuerdo de normalización de sus relaciones, alcanzado a finales de 2020. Itach, de origen marroquí, tiene una dilatada trayectoria militar. Su nombramiento tuvo lugar un mes después de que un grupo de soldados israelíes participaran de forma activa en unas maniobras internacionales en territorio de Marruecos, lo que suponía la primera vez que se sumaban a estos ejercicios.
El pasado 18 de julio tuvo lugar otro importante hito: Israel reconoció la soberanía de Marruecos sobre el Sáhara Occidental. Lo anunció la Casa Real marroquí revelando una carta enviada por el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu. Apenas dos horas después del comunicado de Rabat, llegó la confirmación oficial desde Jerusalén. A medida que se va generando un nuevo escenario geoestratégico en el norte de África, Marruecos e Israel continúan afianzando su cooperación en el ámbito militar y de defensa. Como adelantó El Debate en marzo, las Fuerzas Armadas marroquíes han adquirido un lanzador de misiles PULS (Precise and Universal Launching System) de fabricación israelí con una capacidad de alcanzar objetivos a 300 kilómetros. Se trata de un sistema fabricado por la compañía Elbit Systems, y se caracteriza por su versatilidad, ya que es totalmente adaptable a los sistemas existentes, y por la posibilidad de utilización de múltiples tipos de cohetes. Representantes de Rabat recibieron información sobre esta potente arma en el marco de una visita de mandos militares a Israel. El siguiente gráfico de Kindelán muestra al detalle las capacidades de este sistema israelí de lanzamiento de misiles:
Más recientemente, se ha sabido que la empresa israelí Elbit Systems abrirá dos fábricas en Marruecos. La noticia fue anunciada por el propio Shay Cohen, jefe de la oficina de comunicación israelí en el país norteafricano. Cohen confirmó que las plantas producirán «sistemas de defensa», precisando que «una de las sucursales se abrirá en Casablanca».
Por otra parte, el pasado mes de abril, el Departamento de Estado de EE.UU. aprobó la venta a Rabat de 18 sistemas de lanzamisiles Himars (High Mobility Artillery Rocket System) y 112 misiles tierra-tierra de tres modelos diferentes, con un alcance de entre 82 y 305 kilómetros. También se aprobó la venta de 40 bombas planeadoras que se lanzan desde aviones y tienen un alcance de hasta 120 kilómetros. Para poner en contexto estos datos, y haciendo un simple ejercicio de cálculo estratégico, este nuevo armamento pone a tiro a España. Si pensamos en un impensable escenario en la actualidad, y con este armamento situado en Tánger, por poner un ejemplo como referencia, Marruecos podría alcanzar las zonas estratégicas principales del sur de Andalucía, incluyendo capitales como Sevilla, Cádiz o Málaga. En su alcance estaría asimismo la base naval de Rota, donde por otra parte se sitúa el escudo antimisiles de la OTAN con cuatro destructores de Estados Unidos. Hay que tener en cuenta que este sistema dispondrá de una gama de municiones en desarrollo que permitirán un alcance extendido hasta los 500 kilómetros. Además, los dos mencionados sistemas se caracterizan por su gran movilidad y posibilidades de transporte, por lo que la cuestión de las distancias es relativa, y podrían llegar también en un momento dado a capitales como Almería, Granada o Córdoba. Este otro gráfico de Kindelán refleja las características claves de los Himars:
El apoyo explícito de Israel a Marruecos se suma al de Estados Unidos en los últimos tiempos, un espaldarazo que se está traduciendo, entre otros aspectos, en importantes contratos para la adquisición de armamento. La Agencia de Cooperación para la Seguridad de la Defensa de Estados Unidos certificó la amplia «lista de la compra» que ha elaborado Marruecos, con los citados misiles Himars, 40 Sistemas de Misiles Tácticos del Ejército M57 (ATACMS); 36 M31A2 Sistemas de cohetes de lanzamiento múltiple guiados (GMLRS) unitarios; y 36 ojivas alternativa M30A2 de sistemas de cohetes de lanzamiento múltiple guiados (GMLRS). Los misiles M-57 incorporan una guía asistida por GPS cuyo alcance va de 70 a 300 kilómetros, con una muy elevada precisión de disparo.
Por si todo esto fuera poco, el pasado mes de junio la prensa israelí informó de que las Fuerzas Armadas Reales (FAR) marroquíes han recibido una remesa de drones SPY-X de la compañía israelí Bluebird Aero Systems. Se trata de drones kamikazes, con un radio de acción de 50 kilómetros desde la base de operaciones y con autonomía estimada de vuelo de hora y media. Está dotado de cámaras de precisión y sensores térmicos de infrarrojos.
Marruecos ha apostado por otra parte por poner al día su flota de cazas de combate F-16, que ha actualizado con un nuevo sistema de guerra electrónica que genera un escudo electrónico virtual alrededor del avión. Su tecnología digital de última generación mejora rendimiento del sistema y facilita las futuras actualizaciones. Además, recientemente el Gobierno marroquí ha adquirido para sus F-16, los misiles guiados AGM154C JSOW, capaces de alcanzar objetivos a 130 kilómetros.
Marruecos no es un enemigo de España hoy en día. Si dejamos de lado los conflictos históricos entre ambos países, tampoco puede olvidarse que son constantes las alusiones marroquíes contra la soberanía española de Ceuta y Melilla. A finales del pasado mes de mayo, el Ministerio de Asuntos Exteriores marroquí presentó una censura diplomática contra el vicepresidente de la Comisión Europea responsable de inmigración, Margaritis Schinas, por defender que las dos ciudades autónomas son fronteras españolas y de la Unión Europea. En el anexo de la nota verbal de protesta marroquí a la Delegación se recopilaban una decena de «declaraciones hostiles» de Schinas sobre Marruecos y «las ciudades marroquíes de Ceuta y Melilla». En octubre de 2022, Marruecos aseguró, en un escrito dirigido a la Oficina del Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU, que su país «no cuenta con fronteras terrestres con España» y que Melilla «sigue siendo un presidio ocupado», por lo que «no se podrá hablar de fronteras, sino de simples puntos de acceso». Marruecos se mueve sin complejos en la denominada «zona gris», un difuso ámbito de conflicto en el que los ataques no son convencionales. Sea como sea, el aumento del peso militar y geoestratégico de Marruecos no solo no pasa desapercibido, sino que va en aumento. Y ahí España no puede permanecer indiferente.