La Trinchera de la Historia
El golpe de Miguel Primo de Rivera
Descubre un nuevo capítulo de la serie veraniega de El Debate sobre grandes batallas históricas
'La Trinchera de la Historia' ofrece bajo estas líneas una recreación sonora en podcast que puedes disfrutar mientras lees el artículo
La Semana Trágica de Barcelona en 1909 tuvo, entre otras consecuencias, el que el turno de partidos, uno de los instrumentos clave de la Restauración, dejase de funcionar.
En 1917, se originó la huelga revolucionaria debido a la convergencia de tres factores: el corporativismo de las juntas militares, promovidas por el descontento de la oficialidad, los afanes de los nacionalismos de Cataluña y el País Vasco, enriquecidos con los beneficios de la I Guerra Mundial y el malestar obrero por los bajos salarios frente al alto precio de las subsistencias debido a la desmesurada exportación española durante la neutralidad frente a la contienda mundial.
En toda esta vorágine nacional, en marzo de 1921, el presidente del gobierno, Eduardo Dato, el más valioso de los conservadores, es tiroteado por los anarquistas en la Plaza de la Independencia cuando estaba dentro de su coche.
Una vez acaba la guerra mundial, el valor comercial de España bajó rápidamente, la producción tuvo que restringirse, resurgiendo el paro obrero, y muchas empresas no pudieron seguir con su actividad por el alto nivel de los salarios. Así las cosas, el proletariado fue presa fácil de los agitadores y en los grandes centros industriales la vida se hizo insoportable a causa de los desórdenes. La violencia aumentaba, en palabras de Lenin: «Primero, que arriba haya una completa desorganización, un auténtico estado de impotencia, segundo que abajo la inmensa mayoría sienta que un cambio brusco ha de ser favorable y no perjudicial y tercero, poseer un instrumento suficientemente capaz para dar el golpe definitivo».
España vivía un momento revolucionario cuya revolución no se había materializado aún porque faltaba la tercera condición, un partido desde la izquierda que asaltara el poder como ocurrió años más tarde.
El desastre de Marruecos
En febrero de 1920, el general Silvestre inicia el avance en Marruecos con 25.000 hombres. La precariedad se evidencia en la dispersión de las tropas en las pequeñas posiciones denominadas «blocaos». El avance continúa hasta junio de 1921, fecha en la que se intenta ocupar desde la cabila de Annual la cumbre del cerro Abarrán. Se produce la traición de las tropas indígenas. Aunque Silvestre y Berenguer lo consideran, en ese momento, un incidente, la realidad es que todas las cabilas de Rif comienzan a sublevarse.
El 21 de julio Silvestre sale hacia Annual. A pesar de que reúne a todas las fuerzas disponibles cae la posición de Igueriben. Los efectivos rifeños atacan la base española de Annual, Silvestre ordena repliegue el 22 de julio. La recta entre el llano del Uadi Kert por Ben Tieb y Dar-Dríus se convierte en un matadero para soldados y reclutas españoles. Silvestre se suicida en Annual ese mismo día.
Durante la retirada, el general Navarro se atrinchera en Monte Arruit para dar protección al resto de la columna de Silvestre, resiste diez días. Finalmente pacta la rendición con las fuerzas rifeñas llegando al compromiso de que respetarían las vidas de los españoles que se entregaran. Pero los marroquíes no lo hicieron y llevaron a cabo una auténtica masacre en la que murieron 2.300 hombres y 600 fueron hechos prisioneros, entre ellos, el general Navarro.
El desastre de Annual fue completo: 15.000 muertos entre españoles, tropas regulares y guardias indígenas.
Y después del golpe, ¿qué?
La primera etapa de la Dictadura de Primo de Rivera lo constituye el Directorio militar. Dicha institución estaba integrada solo por militares que debían asesorar en las funciones de gobierno y en la promulgación de los decretos que tendrían fuerza de ley.
Durante esta primera etapa, la Dictadura cosechó dos grandes éxitos: la solución del problema de Marruecos y el restablecimiento del orden público en Cataluña.
Es, esta primera etapa, una etapa de cambios sociales, en primer lugar, porque el general Primo de Rivera ratificó rápidamente todas las convenciones internacionales votadas en Ginebra que el régimen liberal parlamentario había dejado en suspenso con su lentitud burocrática. Se estableció entre patronos y obreros la paz a través de los comités paritarios.
La persona decisiva que llevó a término las grandes reformas sociales y laborales fue Eduardo Aunós. Creó el Consejo Superior de Trabajo, Comercio e Industria que supuso la supresión del Instituto de Reformas Sociales. Se aprobó en 1924 el Estatuto de Enseñanza Profesional con la idea de suprimir el analfabetismo técnico. Ya como ministro Aunós elaboró el Código de Trabajo que unificaba legislación y jurisprudencia como primer intento de dar coherencia al derecho laboral.
José Calvo Sotelo, ministro de Hacienda, incrementó la acción social del régimen aumentando notablemente las partidas de los gastos del Estado en los presupuestos destinados a beneficencia, sanidad, protección a la infancia, subsidios, retiros y reforma agraria. La enseñanza pública tuvo un desarrollo considerable. La formación de maestros permitió incrementar el número de ellos de 30.000 (1923) a 34.000 (1927) y las escuelas primarias pasaron de 27.000 (1922) a 32.000 (1929).
Primo de Rivera ordena crear la Compañía Telefónica Nacional de España con el objetivo de modernizar un servicio que, hasta ese momento, carecía de una red de telefonía efectiva. Este hecho supone un enorme avance sobre las antiguas centrales ya que, a su vez, crea una industria auxiliar para poder proveer de buena parte de los suministros necesarios para la red. El servicio se extiende rápidamente funcionando con tal eficacia que, años más tarde, la República consideró que no había que cambiar el contrato inicial que se crea en los años de la dictadura. En la Gran Vía se construye el edificio para albergar la nueva central bajo la dirección del arquitecto Ignacio de Cárdenas y es, desde entonces, uno de los símbolos de Madrid.
Obras públicas
La siguiente gran obra que se acometió en Madrid en estos años de la dictadura fue la creación de la Ciudad Universitaria, con el objetivo de sustituir la Universidad Central y otros edificios de enseñanza superior dispersos por Madrid, por un campus universitario abierto, con edificios diferenciados y edificados con amplias avenidas e instalaciones para la práctica de deportes. Se construye en la finca de la Moncloa porque, al pertenecer al Estado, se ahorrarían los gastos derivados de las expropiaciones. Las obras comenzaron en 1928.
Los movimientos obreros, encauzados a través del corporativismo, dieron como resultado una etapa de calma social que, unida a la escasa beligerancia de los intelectuales contra la dictadura y el progreso económico, propicia mucha de las transformaciones sociales del momento y la consolidación de la conocida como Edad de Plata de la Cultura.
En 1926, Rafael Benjumea, ministro de Fomento, aprueba la creación del Circuito Nacional de Firmes Especiales (CNFE). Se convierten así, las principales carreteras, en un trazado de vías aptas a las necesidades del tráfico. De esta forma, se conectan los principales núcleos de población para dinamizar el comercio, los negocios y poner en valor aquellos conjuntos de especial interés histórico artístico. Hasta entonces, la mayor parte de las carreteras que existían databan de la época de Carlos III, consistentes en trazados de tierra compactada.
Así mismo se impulsa, derivado de estas obras, la construcción de nuevos puentes, la introducción de pavimentos de asfalto u hormigón y la ampliación del radio de las curvas.
La red cuenta al final de su construcción con unos 7.000 kilómetros de carreteras de primer, segundo y tercer orden organizados en un conjunto de itinerarios y circuitos. Su gestión quedó al cargo de un Patronato, un Comité Ejecutivo y una Secretaría Técnica.
Miguel Primo de Rivera crea también la Compañía Arrendataria del Monopolio de Petróleos (CAMPSA) para dar servicio a los coches y camiones que circulan por los nuevos trazados.
Otra de las iniciativas llevadas a cabo en este período es la creación del ferrocarril de la Sierra Norte. En 1926 se aprobó el Plan de FFCC de Urgente Construcción, en el que se establece una nueva línea ferroviaria para unir Madrid con Burgos por el puerto de Somosierra y acortar en 90 kilómetros el recorrido de Madrid-Irún.
Créditos | El golpe de Miguel Primo de Rivera
- Dirección y Guion: María Sánchez Martínez.
- Producción, locución y diseño sonoro: Rafael Molina Vega.