Defensa  España estudia que el CNI ayude a Ucrania en ciberdefensa

La ministra de Defensa en funciones, Margarita Robles, visitó a finales del pasado mes de julio a los 44 militares ucranianos que se encontraban recibiendo formación en lucha contra artefactos explosivos improvisados (C-IED) y desminado en la Academia de Infantería de Toledo. En un momento de la visita, uno de los militares ucranianos, el teniente Víctor, se dirigió a la ministra y expresó su agradecimiento por toda la ayuda y el apoyo que está llegando desde España. «Esto no tiene precio», dijo en nombre de sus compañeros ucranianos.

Además de la emotividad del momento, la anécdota pone de manifiesto la intensa ayuda que España viene prestando a Ucrania, y que viene manteniéndose de forma sostenida desde la invasión rusa en numerosos ámbitos. De hecho, recientemente Robles fue condecorada con la distinción de honor del Ministerio de Defensa de Ucrania por la ayuda prestada al pueblo ucraniano. «España estará siempre con Ucrania», dijo.

Dicho apoyo está siendo ingente. Más de 3.000 soldados ucranianos reciben o han recibido formación en instalaciones de las Fuerzas Armadas españolas y el Hospital Militar de Zaragoza lleva a cabo constantes tratamientos médicos. Una decena de vehículos Leopard ofrecidos por España ya se encuentran en el país, así como la última remesa de vehículos acorazados TOA, armamento pesado, munición de largo alcance y antitanque. Por no hablar de electrogeneradores, material médico urgente, ambulancias, uniformes, equipamiento contra el frío... Incluso se ha donado un moderno hospital de campaña.

En este contexto de apoyo continuo, España valora en la actualidad la posibilidad de que el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) que dirige Esperanza Casteleiro ayude a Ucrania en el ámbito de la ciberdefensa. Esta es un área clave en la guerra. De hecho, el pasado 1 de septiembre la ministra Robles visitó el CNI y destacó el «esfuerzo continuado y discreto» que realiza el Centro en Ucrania, así como en otras zonas conflictivas como el Sahel.

Los ciberataques se han multiplicado exponencialmente con la guerra. Rusia está utilizando sistemáticamente ciberataques contra instalaciones estratégicas energéticas, logísticas y militares, así como centros informáticos de organismos estatales. Es muy difícil aportar cifras fiables, pero algunos medios internacionales apuntan una media de diez ataques diarios. Sea como sea, el campo de batalla es también digital. El CNI, en general, y el Centro Criptológico Nacional, en particular, son una referencia internacional, por lo que su apoyo sería muy valioso para Ucrania en las circunstancias actuales.

En España, según el último informe del Departamento de Seguridad Nacional, las infraestructuras críticas, tanto públicas como privadas, sufrieron en 2022 un total de 15.507 ciberincidentes notificados a la Oficina de Coordinación de Ciberseguridad del Ministerio del Interior, lo que supone un incremento del 43%. Estas cifras dan cuenta de la magnitud de estas crecientes amenazas, que con la guerra se han multiplicado en los países que forman parte de la OTAN.