El director del Museo Naval de Madrid junto al comandante del Centinela presiden el desfile de homenajeGonzalo Jiménez Tapia

El Ejército español rinde homenaje a la Armada Invencible en Irlanda

El Patrullero de altura Centinela llegó al puerto de Killyberg para homenajear a los muertos de la Armada Invencible, tras 23 días de misión en el mar de Alborán y el estrecho de Gibraltar

Irlandeses vestidos con trajes del siglo XVI hablando con miembros de la Armada, banderas de España y cruces de borgoña por toda la calle principal y un menú español con tereznos (torreznos) en el nuevo restaurante del pueblo. Este era el panorama que ofrecía el pequeño pueblo de Grange (Co. Sligo), situado al oeste de Irlanda, el pasado fin de semana. La explicación está en que sus vecinos llevan varios años organizando el Remembering Armada, un festival organizado por la entidad Spanish Armada Ireland para conmemorar a los marinos de la Armada Invencible que naufragaron a bordo de tres naves en la playa de Streedagh, el 21 de septiembre de 1588.

Más de cuatro siglos después, por esas mismas aguas navegó el patrullero de altura Centinela, buque de la Armada española que llegó a Irlanda para sumarse al homenaje en Grange antes de poner rumbo a Ferrol. La playa de Streedagh se convirtió en el centro de los homenajes, al que asistieron muchos visitantes, además de un gran número de españoles procedentes de otras partes de Irlanda y de la península. En la arena dibujaron centenares de cruces que recordaban a los 1000 hombres que murieron ahogados o a manos de los ingleses. En el centro de aquel círculo un barco pequeño hecho de paja hacía de altar de ceremonias en el que los irlandeses y españoles depositaron flores rojas y amarillas, para después situarse en torno ese memorial efímero formando una gran circunferencia.

Homenaje a los marinos de la Armada Invencible que murieron en esa misma playa playa de Streedagh en Irlanda en 1588Gonzalo Jiménez Tapia

Minutos después empezó una procesión encabezada por un gaitero, seguido del capitán de corbeta Alexis Molinos, comandante del patrullero, que acompañaba al vicealmirante Enrique Torres Piñeyro, director del Museo Naval de Madrid. Detrás de los estandartes magentas con símbolos de olas invertidas creció una hilera extensa de niños, miembros de la dotación del Centinela y muchos visitantes españoles e irlandeses entre los que se encontraban el el capitán de Navío José Luis Nieto, agregado de Defensa, y el embajador de España en Irlanda Ion De la Riva. Esta iniciativa «es algo que emociona» y «por eso me parece fundamental la presencia de la Armada», explicó el director del Museo Naval.

En la arena dibujaron centenares de cruces que recordaban a los 1.000 hombres que murieron ahogados o a manos de los ingleses

El desfile abandonó la playa y recorrió casi dos kilómetros hasta el memorial físico donde ondeaba la bandera blanca con la cruz de borgoña de la casa de Austria. Desde allí se podía ver todo el paisaje, desde la playa hasta la famosa montaña Benbulbin, a la que Yeats dedicó el poema de su epitafio. Aunque también se empezó a sentir el viento proveniente del Atlántico y las nubes típicas del clima irlandés. Fue el momento de varios discursos, como el del embajador, o el de FionnBarr Moore, jefe de la Unidad de Arqueología Subacuática que en 2015 descubrió y sacó del agua varias piezas del pecio de la Juliana, entre ellas varios cañones de bronce.

Después unos niños del colegio de Grange disfrazados interpretaron el periplo que vivió el capitán Francisco de Cuellar, un superviviente del naufragio que consiguió salvar su vida y escribió una carta sobre su experiencia. El homenaje terminó con una ofrenda floral y la dotación del Centinela cantando la muerte no es el final, a capela. A la mañana siguiente, el Centinela puso rumbo a Ferrol, pero antes realizó una pasada por la playa de Streedagh para hacer un último homenaje a los caídos de la Armada Invencible con una corona florar que lanzaron al mar con todos los honores.

Miembros de la dotación del Centinela durante el homenajeGonzalo Jiménez Tapia

A lo largo del fin de semana españoles e irlandeses civiles y militares participaron en varias actividades como el homenaje a la Armada Invencible en el monumento de Killyberg por parte de la dotación de Patrullero Centinela, el concierto de música compuesta en honor al capitán Francisco de Cuellar, o las recreaciones históricas realizadas por Tercio Irlanda, un grupo de irlandeses vestidos con la uniformidad propia de los soldados irlandeses del siglo XVI, liderados por un descendiente de un noble irlandés que combatió a los ingleses. Como todas las ediciones previas, realizaron un recorrido por The Cuellar Trail, una ruta desde la playa en la que se llega a otros lugares en los que se supone se resguardó el capitán español para salvar la vida.

La semilla está sembrada, pero hay mucho que podemos hacer en común para poner en valor este festival, que aflora los mejores sentimientos de los dos paísesVicealmirante Torres Piñeyro

Aunque esta historia es desconocida por la mayoría de los españoles, «la semilla está sembrada, pero hay mucho que podemos hacer en común para poner en valor este festival, que aflora los mejores sentimientos de los dos países. Han surgido varias ideas y las trabajaremos para el año que viene», explicaba el vicealmirante Torres Piñeyro. Lo que es un hecho es que cada año vienen más españoles y el interés por esta ruta de la Armada Invencible en Irlanda aumenta gracias al trabajo de difusión que varias asociaciones y entidades como de Spanish Armada Ireland o Armada Invencible, en España, a lo largo del año.