El HMS Queen ElizabethRoyal Navy

Fuerzas Armadas

El misterioso y repentino regreso del gigantesco portaaviones HMS Queen Elizabeth a su base

El Grupo de Combate Expedicionario Dédalo 23 de la Armada española se encuentra en la actualidad participando en las maniobras de la OTAN Neptune Strike 23. Se trata de un complejo ejercicio de vigilancia reforzada en la que participan una decena de países aliados. Por parte de España se encuentran activados los buques del Grupo Anfibio y de Proyección de la Flota, LHD Juan Carlos I, Galicia y Castilla, así como aviones Harrier, helicópteros, un Batallón Reforzado de Desembarco de Infantería de Marina y la fragata Numancia.

En esta fase del despliegue estaba prevista la participación del portaaviones norteamericano USS Dwight D. Eisenhower y el británico HMS Queen Elizabeth. El primero se ha incorporado a un segundo grupo de ataque de portaaviones en al Mediterráneo oriental, cerca de Israel; el segundo ha protagonizado un misterioso incidente, que no ha sido explicado oficialmente. El buque insignia de la Royal Navy regresó a Portsmouth, su puerto de origen, el pasado domingo, lo que fue de inmediato constado por numerosas fotos del buque publicadas en redes sociales. Pronto siguieron las especulaciones sobre la necesidad de reparaciones urgentes. The News apuntó a una reparación de urgencia en uno de sus ascensores. Pero el diario The National recogió la declaración de un portavoz de la Royal Navy, que dijo: «El HMS Queen Elizabeth ha regresado a puerto para una parada logística y un breve período de mantenimiento». Para añadir más elementos de extrañeza al inesperado retorno del buque, se destacó la presencia de los cazas de combate F-35 en cubierta, lo que también avalaba la tesis de la posible rotura de un ascensor. Sea como sea, las últimas informaciones apuntan a que el portaaviones podrá estar operativo de nuevo en las últimas horas.

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El HMS Queen Elizabeth es el buque más poderoso de la Royal Navy, capaz de transportar hasta 40 aviones. La enorme cubierta de vuelo permite lanzar el F-35 Joint Strike Fighter, de quinta generación. En tan solo un minuto se pueden trasladar cuatro aviones de combate desde el hangar a la cubierta de vuelo.

El HMS Queen Elizabeth de la Royal NavyRoyal Navy

Como curiosidad, las dos hélices del barco pesan 33 toneladas cada una. El motor genera suficiente energía para hacer funcionar 1.000 coches familiares. Además de armamento y sistemas de comunicaciones de última generación, el HMS Queen Elizabeth cuenta con cinco gimnasios, una capilla y un centro médico, según destaca la propia Royal Navy.

La compañía del barco cuenta con alrededor de 1.600 personas, incluyendo a las fuerzas embarcadas como su Ala Aérea. El buque insignia del Reino Unido había completado recientemente la primera fase de su despliegue de otoño con misiones simuladas en el Mar del Norte y el Mar de Noruega.