Fuerzas Armadas El ejemplo de superación de la soldado Isabel Fernández Jiménez, de nuevo campeona del mundo de para-kárate
Destinada en la Escuela Central de Educación Física, padece una artrosis degenerativa que la obliga a utilizar a diario la silla de ruedas. Sin embargo, la soldado Isabel Fernández Jiménez, ha logrado superarse a sí misma y lograr de nuevo el hito de ser proclamada campeona del mundo de para-kárate.
Un reportaje de la Revista Española de Defensa (nº 411) recoge su ejemplo de valentía, esfuerzo y también humildad. Isabel Fernández, que dice estar «en deuda con el Ejército». Con 28 años le diagnosticaron una artrosis degenerativa que le ha ido debilitando hasta dejarla en silla de ruedas. Ahora, con 36 años, realiza labores administrativas. «Que me hayan permitido trabajar, es un regalo», señala esta soldado en la Revista de Defensa. «Muchos me dicen que soy un ejemplo y no les puedo fallar. Sobre todo a los compañeros que tienen discapacidades menos visibles que la mía. Si ven que yo puedo, ellos pueden».
Hija de militar, nació en Medina del Campo (Valladolid), donde estaba destinado su padre, y, a los ocho años, se fue con toda la familia a vivir a Toledo. Fue su padre precisamente quien la informó de que habían salido plazas para soldados y no se lo pensó, consiguió una de ellas e ingresó en el Centro de Formación de Tropa nº 1, en Cáceres. «Fueron los cuatro meses más divertidos de mi vida».
Isabel Fernández Jiménez consiguió la medalla de oro del mundial de para-kárate, organizado el pasado mes de octubre en Hungría. Había pensado no participar porque «en el europeo celebrado siete meses antes, lo pasé muy mal, con mucho dolor, metida en la cama antes y después de la competición muy medicada». Había tomado la decisión de retirarse; pero no lo hizo. Aguantó una competición más y ganó su tercer mundial, título que sumó a los cuatro europeos y tres nacionales que atesora esta soldado destinada en la Escuela Central de Educación Física, en Toledo.
Isabel Fernández siempre fue una gran deportista. Entre otras disciplinas, practicaba kárate desde los cuatro años. Cuando su enfermedad le impidió hacer deporte convencional, se metió de lleno en el adaptado. Empezó con el baloncesto en silla de ruedas –llegó a jugar en segunda división, en Leganés– y el ciclismo adaptado –fue cuarta de España–. También piragüismo –subcampeona de España en 5.000 metros– y powerlifting (halterofilia adaptada). Sin duda, todo un ejemplo de superación dentro y fuera de las Fuerzas Armadas.