Armada española  El portaaeronaves LHD Juan Carlos I pone a prueba el helicóptero antisubmarino NH-90

El helicóptero NH-90 puede enfrentarse a un submarino de última generación. Pero puede abordar además una amplia gama de misiones militares: guerra antisubmarina, guerra antisuperficie, operaciones especiales y de combate, vigilancia aérea, transporte de tropas, evacuación médica y búsqueda y rescate. No es de extrañar que sea una opción ambicionada por las Fuerzas Armadas, y que ya se está desarrollando.

El Programa NH-90, cuyo objeto consiste en la renovación de helicópteros en servicio de transporte táctico de tamaño medio, consta de dos fases. La primera está prácticamente finalizada; la segunda fue impulsada por el Gobierno el pasado mes de abril con una inyección de 39.800.000 euros y afecta a los años 2024, 2025, 2026 y 2027.

El Centro Logístico de Armamento y Experimentación (CLAEX) es un centro de ensayos en vuelo del Ejército del Aire y del Espacio. Ahora, y en colaboración con el Ala 48 y la dotación del portaaeronaves Juan Carlos I, ha comenzado los ensayos de calificación del helicóptero NH90 en el buque insignia de la Armada.

¿En qué consisten estas pruebas a bordo del Juan Carlos I? Se trata de unos ensayos de interfaz que persiguen el objetivo de generar cartas de viento. Dichas cartas proporcionan una valiosa información a las tripulaciones de vuelo sobre:

• Condiciones máximas de viento
• Peso de la aeronave
• Movimiento del buque para que la aeronave pueda hacer la aproximación
• Toma y despegue en condiciones de seguridad.

Estas cartas de viento deben diseñarse para cada binomio helicóptero-buque. En el caso concreto del portaaeronaves, el Ala 48 certificará la capacidad de desplegar y operar desde el principal buque de proyección estratégica de la Armada.

El Ejército del Aire cataloga al NH-90 como el helicóptero militar más avanzado de las Fuerzas Armadas. Destaca su sistema de control fly-by-wire. Básicamente, este sistema reemplaza los controles de vuelo manuales convencionales con una interfaz electrónica. Uno de sus secretos es su fuselaje de material compuesto, muy resistente y que permite reducir «drásticamente» su peso. El fuselaje compuesto del NH90 tiene menos piezas y un menor peso estructural, lo que da como resultado un 30% más de resistencia en comparación con un fuselaje metálico.

Las palas del rotor compuestas tienen mayor resistencia a la fatiga, tolerancia al daño y vida útil de los componentes. También destaca su piloto automático de cuatro ejes, que permite realizar estacionario 'de manera autónoma'. Y, además, su moderno sistema a bordo de monitorización y diagnóstico.

El helicóptero de Airbus NH-90 está diseñado para cumplir con los estándares de la OTAN y cuenta con dos versiones: transporte táctico (TTH) y helicóptero fragata de la OTAN (NFH). Puede caber en un hangar de fragata de la Alianza y, dispone de un volumen de cabina lo suficientemente grande como para transportar a 20 personas completamente equipadas, según asegura la compañía.