Ejército del Aire | Fuerzas Armadas  El F-16, un histórico caza de combate letal y supersónico: de la operación Tormenta del Desierto a Ucrania

Lightweight Fighter Mafia. bajo esta denominación se escondía a principios de la década de 1970 un reducido y especializado grupo de ingenieros y analistas de defensa que coincidían en que los aviones de combate se habían vuelto cada vez más pesados y difíciles de manejar. En el seno de aquel grupo se gestó el nacimiento de un nuevo caza de combate que marcó un hito en la historia de la aviación militar, y que acaba de celebrar su medio siglo de existencia: el F-16 Falcon. Como consecuencia de la visión de Lightweight Fighter Mafia, un equipo que trabajaba en la división aeroespacial de General Dynamics en Fort Worth, Texas, diseñó un nuevo tipo de caza basado en la simplicidad y que fuera capaz de girar tan rápido que los enemigos no pudieran atacarlo ni con misiles ni con ametralladoras. Su objetivo fue transformar el concepto vigente hasta entonces, que se traducía en un exceso de peso por otro basado en la velocidad y maniobrabilidad. Surgió así un caza simple y económico, veloz y ágil... y sobre todo letal. Pero, sobre todo, fue el punto de partida de una nueva generación de cazas que siguió una novedosa estela, y que hoy avanza ya hacia la sexta generación.

Todas estas características se pusieron a prueba en 1991 durante la Operación Tormenta del Desierto, donde los F-16 bombardearon aeródromos, instalaciones de producción militar, instalaciones de misiles... incluso derribaron un Mig-25 iraquí.

El 2 de mayo de 2011 tuvo lugar una heróica acción militar que terminó por situar el F-16 en el podio de la industria militar estadounidense. El mayor de la Fuerza Aérea de los EE. UU., John Caldwell, patrullaba aquel día cerca de la provincia de Nuristan, en Afganistán. De forma repentina, observó lo que parecía un destello de mortero en la ladera de una montaña. Caldwell identificó las coordenadas de la explosión, y dirigió su F-16 hacia aquel punto. Fue entonces cuando comprobó que un equipo de Operaciones Especiales de fuerzas estadounidenses y aliadas había caído en una emboscada y un centenar de insurgentes les estaban atacando. Sin dudarlo, el piloto logró crear una «barrera» entre los insurgentes y el equipo con su fuego de ametralladora de 20 mm. A continuación, y tras una experta maniobra, una bomba JDAM guiada por satélite sobre los atacantes, logrando así salvar a los militares que habían caído en la emboscada.

Hoy, el F-16 ha renacido con fuerza con Lockheed Martin en el modelo Block 70/72 y utiliza las nuevas tecnologías para alejarse de la cuarta generación y meterse de lleno en capacidades muy avanzadas. Por ejemplo, el avanzado radar APG-83 AESA de Northrop Grumman proporciona al Bloque 70/72 capacidades de radar de combate de quinta generación aprovechando el hardware y software común con los radares AESA de los más modernos cazas de combate F-22 y los F-35. Estos radares funcionan en cualquier tipo de clima y proporcionan a los pilotos detalles del área objetivo de gran detalle y visualizaciones de mapas digitales que se pueden personalizar con funciones de giro y zoom, según detalla Lockheed Martin.

En cuanto a la integración del armamento, en colaboración con la Fuerza Aérea de EE. UU. y varios clientes de ventas militares extranjeras de F-16, Lockheed Martin ha certificado más de 3.300 configuraciones de transporte y liberación para más de 180 tipos de armas y cargadores.

Por otra parte, el Block 70/72 cuenta con una nueva pantalla de alta resolución, que proporciona imágenes tácticas críticas a los pilotos y les permite aprovechar al máximo los datos de AESA y del módulo de puntería. Dicha pantalla permite mapas en movimiento en color, funcionalidad de zoom con la capacidad de cambiar información entre pantallas, visualización digital de datos de instrumentos de vuelo y una pantalla a color/nocturna montada en el casco.

Desde su primer pedido de producción en 1975, se han producido más de 4.500 F-16 para 26 países de todo el mundo. Aunque está previsto que permanezca en servicio con las fuerzas estadounidenses hasta al menos 2025, cuando el F-35 de quinta generación asumirá gran parte de la carga de trabajo del Falcon, Lockheed Martin continúa produciendo nuevas versiones del F-16 con pedidos internacionales de Marruecos, Turquía e Irak. El pasado 6 de marzo tuvo lugar la salida en ferry de tres aviones F-16 Block 70 desde Greenville, Carolina del Sur, con destino a Bahréin. Se trata del primer miembro del Consejo de Cooperación del Golfo en operar el F-16 y, ahora, el primero en integrar la variante F-16 Block 70 en su flota.

La eventual entrega de cazas F-16 a Ucrania por parte de países de la OTAN ha marcado un intenso debate sobre la situación de la guerra con Rusia y el papel de los aliados. A mediados del pasado mes de febrero, Ucrania indicó que la entrega de F-16 avanza «según el plan» acordado con Occidente. Las autoridades de Ucrania incidieron en que el suministro de aviones F-16 por parte de algunas de las principales potencias occidentales sigue «según el plan» acordado con estos países, y que las Fuerzas Armadas ucranianas contarán con estas capacidades «lo antes posible».

Como datos curiosos, El Block 70/72 tiene una vida útil estimada de 12.000 horas, más del 50 por ciento más que la de los aviones F-16 de producción anterior. Es decir, al menos 40 años de vida útil, sin que se requieran reparaciones estructurales prolongadas durante ese periodo. Los nuevos tanques proporcionan mayor combustible y mayor autonomía, junto con un motor de rendimiento mejorado.