Fuerzas Armadas  Defensa regula por primera vez el ruido que causan las actividades militares

El Ministerio de Defensa ha abordado la regulación del ruido en las actividades militares a través de un Real Decreto. La Ley 37/2003, de 17 de noviembre, del Ruido, excluye de su ámbito de aplicación las actividades militares, y establece que se regirán por su legislación específica. En este sentido, el Ejecutivo prevé regular el ruido en el ámbito del Ministerio de Defensa, «previniendo, vigilando y minimizando, en la medida de lo posible, y de forma compatible con la misión de las Fuerzas Armadas, la contaminación acústica provocada por las actividades militares».

La finalidad del Real Decreto elaborado por Defensa es evitar y reducir los daños que pueda ocasionar el ruido para la salud humana, los bienes o el medio ambiente. «Todo ello sin menoscabo de la salvaguarda de los intereses de la Defensa Nacional, así como de la seguridad y eficacia de sus organizaciones e instalaciones», subraya Defensa en la justificación del decreto.

Uno de los casos que periódicamente salta a los medios de comunicación es el de los cazas de combate que en ocasiones sobresaltan la cotidianeidad de los núcleos urbanos. En enero de 2018, por ejemplo, un avión que realizaba prácticas militares sobre localidades de las comarcas de la Campiña y la Sierra Sur de Sevilla rompió la barrera del sonido y provocó decenas de llamadas de alerta de ciudadanos que avisaban de un ruido similar a una explosión. Más recientemente, el pasado mes de noviembre, los vecinos del sur de la provincia de Alicante y especialmente de La Vega Baja, vivieron un sobresalto al escuchar un fuerte estruendo causado por un Eurofighter Typhoon de las fuerzas aéreas del Reino Unido (Royal Air Force), que estaba realizando pruebas aéreas. Lógicamente, esta situación tiene unas características especiales en bases o instalaciones militares, especialmente en lo que se refiere a la posible proximidad de núcleos urbanos.

De hecho, el borrador de decreto establece que Defensa elaborará mapas de ruido militar de las instalaciones militares cuando debido a su actividad anual estas pudieran generar un impacto acústico significativo en el exterior. La idea es que cuando los sistemas de gestión medioambiental implantados en las instalaciones militares alerten de una superación de valores límite fuera de las instalaciones, se elabore el mapa de ruido militar de la instalación militar concreta. En este sentido, el Ministerio de Defensa elaborará, de acuerdo con los requisitos establecidos, planes de protección acústica militar de las instalaciones militares.

Además, el citado decreto regula los mecanismos para la prevención del ruido que provocan las actividades militares mediante las zonas lejanas de protección acústica, donde se podrán establecer restricciones para determinados usos del suelo, actividades, instalaciones o edificaciones. Las zonas lejanas de protección acústica estarán destinadas a conseguir la compatibilidad del funcionamiento de las instalaciones militares, con los usos del suelo, actividades, instalaciones o edificaciones allí ubicadas, o que puedan implantarse en la zona de afección por el ruido originado en dichas instalaciones militares.

Defensa debe ponderar en cada caso las afecciones acústicas con la salvaguarda de los intereses de la Defensa Nacional

Todo ello —tal y como indica el borrador de decreto— ponderando la misión y objetivos de las Fuerzas Armadas que la Constitución Española consagra en su artículo 8, «y la salvaguarda de los intereses de la defensa nacional, con el derecho a un medio ambiente adecuado y seguro».