Armada española
El V-22, un híbrido de avión y helicóptero, toma el portaaeronaves Juan Carlos I
La aeronave estadounidense ha realizado maniobras de calificación de pilotos en el buque insignia de la Armada
Se trata de una estampa poco frecuente. Boeing MV-22B Ospray de Estados Unidos efectúan maniobras en la cubierta del portaaeronaves español L-61 Juan Carlos I, en el marco del despliegue de la OTAN en el Báltico denominado Baltops 24. En concreto, se trata de un intercambio de cubiertas de vuelo o 'cross deck. La aeronave estadounidense ha realizado maniobras de calificación de pilotos en el buque insignia de la Armada española, según ha informado el Estado Mayor de la Defensa.
El V-22 es una aeronave de combate multiusos, un híbrido entre helicóptero y avión, fabricado por Boeing. Utiliza tecnología de rotor basculante, que en esencia le permite combinar la capacidad vertical de un helicóptero con la velocidad y el alcance de un avión de ala fija. Con sus rotores en posición vertical, puede despegar, aterrizar y flotar como un helicóptero. Una vez en el aire, puede convertirse en un avión turbohélice capaz de volar a alta velocidad y gran altitud.
Este tipo de aviones tiene una función de apoyo al Cuerpo de Marines de EE. UU. desde 2007. La Fuerza Aérea de EE. UU. y el Comando de Operaciones Especiales de la Fuerza Aérea han utilizado la variante CV-22 desde 2009. La Marina de EE. UU. comenzó a recibir el CMV -22, con tanques de combustible de largo alcance, en 2020.
El desarrollo del V-22 Osprey comenzó en la década de 1980 como respuesta a la necesidad del Departamento de Defensa de los Estados Unidos de una aeronave capaz de realizar despegues y aterrizajes verticales y cortos mientras proporcionaba un alcance y velocidad superiores a los helicópteros tradicionales. El programa fue impulsado por las lecciones aprendidas en conflictos como la Guerra de Vietnam, donde las limitaciones de los helicópteros convencionales eran evidentes.
Ha sido desplegado en conflictos en Irak y Afganistán, donde ha realizado misiones críticas de inserción y extracción de tropas, así como transporte de suministros esenciales a bases remotas.
Además de su uso en combate, el MV-22B ha jugado un papel importante en operaciones humanitarias. Su capacidad para llegar rápidamente a áreas afectadas por desastres naturales, como terremotos y huracanes, le ha permitido llevar ayuda médica y suministros a comunidades aisladas.