Armada española | Entrevista Comandante Manuel Corral Iranzo: «Los submarinos S-80 son vitales para que España sea un país más seguro»
«El hecho de que tengamos un país con unos submarinos muy capaces a nivel ofensivo hace que un posible enemigo pueda pensárselo antes de entrar en conflicto»
«Estoy muy orgulloso muy orgulloso de la dotación del S-81, que para mí es la mejor de la historia del Arma Submarina»
Inmersión a cota profunda en el S-81, el submarino sigiloso y más avanzado de la Armada
El Capitán de Corbeta Manuel Corral Iranzo es uno de los mayores expertos de España en Submarinos y Sistemas de Combate, y posee la Aptitud de Oficial de Acción Táctica. Comenzó su etapa como Comandante de Quilla del Submarino «Isaac Peral» el 1 de marzo de 2021, durante la etapa de construcción del submarino, y ostenta el mando del submarino desde la entrega del mismo a la Armada el 30 de noviembre de 2023. El comandante tiene una larga y acreditada trayectoria en la Armada española. Ha estado embarcado en la Fragata «Blas de Lezo» como Oficial de Maniobra, en el Submarino «Tramontana» como Jefe del Servicio de Armas, en el Submarino «Mistral» como Jefe de Operaciones y en el Cazaminas «Duero» y Submarino «Mistral» desempeñando las funciones de Segundo Comandante. Entre julio de 2017 y julio de 2018 ostentó el mando del Patrullero «Tabarca».
Nos sentamos en una de las pequeñas dependencias del submarino S-81, mientras navegamos a 130 metros de profundidad. En la pared cuelga una imagen de la Princesa Leonor, que actuó de madrina en la ceremonia de puesta a flote del nuevo buque. También cuelga el fragmento de un cómic de Tintín en el que el célebre capitán Haddock detecta la presencia de un submarino.
— ¿Cómo resumiría a los ciudadanos en general la necesidad de los S-80?
— La necesidad de contar con submarinos es muy importante a nivel nacional, ya que aportan capacidades, sobre todo a nivel de defensa, que elevan sensiblemente la seguridad de la Nación. Un claro ejemplo son los submarinos como arma: un arma discreta, que opera de manera encubierta y con una alta capacidad ofensiva. La importancia que tiene el S-80 para España es vital, ya que aporta capacidades militares muy importantes. Esa disuasión que aportan los submarinos es fundamental para, como digo, conseguir que España sea un país más seguro y con mayores capacidades de defensa.
Hay valores que cobran especial importancia en el Arma Submarina, ya que es una plataforma no carente de riesgos y con grandes limitaciones: compañerismo, trabajo en equipo, abnegación o austeridad …»
— ¿Cuál es la importancia de la tecnología nacional en el S-80?
—El submarino S-80 ha sido y es el mayor hito de la construcción naval en la historia. Ese salto tecnológico que supone el S-80 no solamente lo es a nivel de defensa, sino que el propio país alcanza la capacidad de diseñar y de construir submarinos, algo que muy pocos países en el mundo son capaces de hacer. Y las implicaciones que tiene este hecho son muchas. Pero me gustaría reseñar una: el país obtiene la capacidad de tener una independencia tecnológica. Esto es fundamental en un arma, como hemos dicho anteriormente, que aporta grandes capacidades a la Nación, ya que en caso de conflicto real no dependemos de ningún otro país para tener esa capacidad de mantener el submarino.
— El S-80 tiene capacidades únicas entre los submarinos no nucleares de la OTAN. Por ejemplo, su alto nivel de automatización. ¿Qué características destacaría usted?
—A nivel ofensivo es importante el salto que supone este submarino con respecto a la anterior clase. Nos aporta posibilidad de lanzar misiles, que hasta ahora no habían tenido los submarinos españoles; y también la capacidad de lanzar minas, así como torpedos con largo alcance. Y aporta el plus de poder hacerlo de manera encubierta. Adicionalmente, la automatización que tiene el submarino nos permite que sea operado por menor personal. Esa tecnificación también permite que los equipos y sensores, que son de altas capacidades, aporten también un grado de de precisión y un nivel acústico fundamental.
— Una de las capacidades que se implementará próximamente es el denominado AIP. ¿Podría explicar en qué consiste el sistema?
—Es un sistema de propulsión independiente de la atmósfera. En esencia, permite a un submarino estar en inmersión profunda durante un mayor tiempo sin necesidad de acercarse a la superficie para ponerse en comunicación con el aire y ser capaces de arrancar sus motores para cargar las baterías. Al no existir esa dependencia del aire exterior para cargar las baterías, aumenta esa capacidad fundamental que hemos hablado antes: la discreción. Y también la autonomía.
—¿Es la primera vez que se utiliza a nivel internacional?
—Este sistema es puntero a nivel mundial. Utiliza una célula de combustible, que a través de hidrógeno y de oxígeno, genera electricidad. Y digo que es único porque otros países almacenan el hidrógeno, que luego utilizan con el oxígeno, para hacer funcionar la pila de combustible. Sin embargo, nuestro sistema produce el hidrógeno a través del etanol. Esto tiene muchas ventajas, ya que el almacenamiento de hidrógeno es peligroso. Nosotros lo producimos a bordo a través de etanol, que es una materia no tan peligrosa como el hidrógeno y fácilmente obtenible. Es un sistema revolucionario. Ningún otro país ni ningún otro submarino dispone de este sistema de producir hidrógeno a bordo.
—Los S-80, ¿tienen suficiente capacidad de disuasión?
— El hecho de que tengamos un país con unos submarinos muy capaces a nivel ofensivo hace que un posible enemigo pueda pensárselo antes de entrar en conflicto con nuestro país. En definitiva, reitero que España es un país más seguro desde que cuenta con los S-80, y con unas capacidades de defensa mayores.
— ¿Qué papel juegan en la estructura de la Armada?
— La fuerza submarina es el pilar de la defensa en diferentes naciones del mundo. En el caso de España, estos nuevos submarinos van a permitir tener un nivel de capacidades muy superior. Un claro ejemplo es que, dentro de las principales misiones que tiene la Armada, se encuentra la obtención de información. El S-80 es capaz de operar en cualquier situación de manera encubierta. Otra de las misiones fundamentales que tiene la Armada es infiltrar equipos de operaciones especiales y el submarino es la mejor plataforma, porque lo hace sin que el enemigo sepa que estamos ahí.
Estoy seguro de que ampliar el número de submarinos S-80 permitiría tener más submarinos en permanencia realizando operaciones en diferentes áreas. Hay que valorar muchos aspectos, que a mí no me corresponde hacerloComandante del submarino S-81
— ¿Es usted partidario de ampliar la serie S-80 o cree que cuatro submarinos son suficientes por ahora para las necesidades de nuestro país?
— Cuatro submarinos es una cifra que se decidió que podía ser adecuada. Pero, obviamente, las necesidades pueden variar. Esta es una decisión a nivel político y depende de muchos condicionantes. Pero la posibilidad de ampliar el número de unidades está ahí. Estoy seguro de que es algo que se está valorando, y que permitiría tener más submarinos en permanencia realizando operaciones en diferentes áreas. Creo que podría ser muy positivo, aunque hay que valorar muchos aspectos y a mí no me corresponde hacerlo. Mi opinión personal es que es cuatro es una cifra adecuada, pero aumentar submarinos supondría seguir aumentando esas capacidades.
— Lo difícil ya se ha hecho: diseñar y construir un submarino partiendo de cero.
—Sí, sin duda. El trabajo duro y difícil es diseñar un submarino por primera vez, con los problemas que surgen en este tipo de proyectos que están a la altura de la industria aeroespacial. Una vez conseguido eso, seguir construyendo submarinos es más fácil. El principal reto era llegar a construir este primer submarino y sacarlo adelante con sus pruebas de mar y con su entrada en servicio, en la que estamos ahora mismo inmersos. Ahora hay que seguir empujando y seguir sacando adelante el resto de submarinos que están proyectados. Y quién sabe si alguno más.
—El comandante es el responsable de la tripulación, que es casi como una familia? ¿Cuál es la importancia del factor humano?
—La importancia del factor humano es, sin duda, lo más importante. El principal valor que tiene la Armada es su personal. En este caso, por muy bueno que sea el submarino, si no cuentas con un personal que trabaje como un equipo bien formado, motivado, no serviría de nada. Aquí la importancia del factor humano es fundamental. Quiero reseñar la importancia de los valores submarinistas. Al igual que en el resto de las Fuerzas Armadas, tenemos unos valores que compartimos: el compromiso, la lealtad, la valentía... Pero hay otros valores que cobran especial importancia en el Arma Submarina, ya que es una plataforma no carente de riesgos. Un ejemplo claro es el compañerismo, el trabajo en equipo, la abnegación, la austeridad... Aquí estamos aislados de nuestras familias, con muchas limitaciones, con muchas carencias. Tenemos que trabajar todos como un equipo. Aquí todo el mundo es igual de importante. Evitar los individualismos es fundamental. La vida de todo el submarino depende de lo buen profesional que sea desde el último marinero hasta el comandante. Yo estoy muy orgulloso de esta dotación, que para mí es la mejor de la historia del Arma Submarina. Una dotación que, con ese compañerismo, esa abnegación, ese espíritu de sacrificio y de servicio, han sacado adelante este proyecto.
—¿Cuáles son los principales riesgos que afrontan en su día a día?
—De por sí la navegación submarina tiene riesgos inherentes, porque es una plataforma que trabaja en un medio hostil y cualquier problema puede implicar la pérdida de la nave. Adicionalmente, el riesgo que supone este submarino es que es un prototipo. Obviamente ahí existe un plus de riesgo, de peligrosidad. Pero se supera con los valores humanistas y la vocación que tenemos todos aquí. Y con valor, que te permite realizar tu trabajo de manera abnegada y sin tener en cuenta que puedes estar poniendo en riesgo tu integridad. Es algo también que le da un plus a este proyecto.