Recreación del caza de combate de sexta generación del futuro sistema de combate aéreo (FCAS)

Recreación del caza de combate de sexta generación del futuro sistema de combate aéreo (FCAS)Kindelán

Ejército del Aire y del Espacio  España impulsa una nube de combate con el caza más sofisticado de su historia y una legión de drones

El FCAS (Future Combat Air System) está llamado a revolucionar la estrategia de combate aérea en un futuro no tan lejano. España, Alemania y Francia pilotan un proyecto de una gran envergadura económica, técnica, logística y militar. Este «sistema de sistemas» contará con cazas tripulados de sexta generación que volarán escoltados por drones pilotados por control remoto, sensores y tecnología de baja observabilidad. De esta manera se formará una nube de combate aéreo, que permitirá que todo el entramado, basado en arquitecturas abiertas, esté conectado en red. Esto permitirá la integración de otras plataformas existentes, como el Eurofighter, helicópteros, satélites, el gigantesco A400M o el avión cisterna A330 MRTT. Impulsado por Francia, Alemania y España, y con Airbus, Dassault Aviation e Indra como coordinadores industriales nacionales, el FCAS es uno de los programas de defensa europeo más importantes de las próximas décadas

El FCAS funcionará de forma teórica bajo tres círculos concéntricos. En el centro está el caza de combate tripulado de sexta generación, denominado NGF —acrónimo de Next Generation Fighter—, para misiones de intercepción y defensa aérea. Los drones remotos autónomos y no tripulados actúan en un segundo nivel como una prolongación del caza, y están diseñados para afrontar múltiples misiones, como saturar las defensas enemigas, guerra electrónica, designar blancos o incluso atacar objetivos. Todo ello se enmarca en la nube de combate y, junto con el NGF, conforman el NGWS (New Generation Weapons System), el núcleo del sistema en cuyo desarrollo cooperan las tres naciones. Ese tercer círculo está definido por la interconexión con otras plataformas por tierra, mar y aire, lo que lo convierten de facto en un sistema de combate completamente interrelacionado. Helicópteros, aviones de combate o satélites conformarán un ecosistema militar de amplio espectro.

Así es el FCAS

Así es el FCASKindelán

Kindelán

Así es el FCAS

Así es el FCAS

Así es el FCASKindelán

En definitiva, se trata de una revolución en el sector de la defensa, donde el caza de combate tradicional pasa a la historia. La Nube de Combate se apoyará en medios de conectividad avanzada (enlaces de datos de banda ancha entre vehículos, satelitales, oportunísticos, ópticos...), permitirá una gran disponibilidad de información y, gracias a la aplicación de Inteligencia Artificial, Big Data y Edge Computing, permitirá transformar todo ese ingente caudal de información en conocimiento, permitiendo el «combate colaborativo».

La importancia de la nube de combate es clave, y es uno de los elementos más innovadores, en los que se está centrando la carrera internacional por el dominio aéreo. Airbus la define como una «red de información colaborativa, descentralizada y cibersegura que abarca los dominios aéreo, terrestre, marítimo, espacial y cibernético y que utiliza tecnologías basadas en la nube». Su verdadera importancia radica en que conecta nodos de todas las fuerzas en todos los dominios, lo que permite la inteligencia y los intercambios en tiempo real.

España ha apostado decididamente por este proyecto, que se desarrolla de forma paralela al que realizan Reino Unido, Japón e Italia, que han unido fuerzas combinando el proyecto británico Future Combat Air System, también conocido como Tempest, con el programa japonés F-X en una iniciativa denominada Global Combat Air Programme (GCAP).

El pasado mes de mayo, el Gobierno hizo un resumen en una respuesta parlamentaria sobre la situación en la que se encuentra el proyecto, en el que España participa en un 33% en los desarrollos tecnológicos, gracias a un programa de cooperación internacional gestionado por el Combined Project Team (CPT). La aportación española, coordinada por Indra, para la fase 1B y 2 es 2.500.000.000 euros.

El Ejecutivo añade que para el estudio de concepto conjunto y la Fase 1A, de preparación de las Fases 1B y 2, España contribuye con 110.000.000 euros. En cuanto a la entrega, las fases actuales no contemplan adquisición, sino maduración tecnológica, que se puede pagar hasta 2027. Hasta ahora, se han realizado pagos por un total de 372.000.000 euros.

La ministra Robles ha visitado las oficinas de FCAS en España

La ministrade Defensa, Margarita Robles, durante una visita a las oficinas de FCAS en EspañaRuben Somonte / Defensa

Entre los avances que se están produciendo en España en este proyecto, hay que destacar que Indra lanzó el pasado mes de enero «The FCAS Challenge» para poner en valor tecnología innovadora de startups, pymes y centros tecnológicos españoles que podría sumarse al futuro sistema de combate aéreo europeo. Asimismo, la compañía española se reunió el pasado mes de marzo con representantes de la industria aeoroespacial vasca y navarra para buscar vías de colaboración que extiendan el impacto del mayor programa de defensa colaborativo de Europa, el FCAS. En colaboración con el Centro de Tecnologías Aeronáuticas (CTA) de Miñano (Álava), Indra organizó la jornada «FCAS Industry Day» para conocer las capacidades y tecnologías más avanzadas con las que cuenta la industria aeroespacial de País Vasco y Navarra y explorar esas posibilidades de colaborar.

A mediados de julio, representantes del programa del FCAS de Indra visitaron Navantia para conocer los productos de sistemas en materia de simulación y adiestramiento

La visita comenzó en el 𝗡𝗮𝘃𝗮𝗻𝘁𝗶𝗮 𝗧𝗿𝗮𝗶𝗻𝗶𝗻𝗴 𝗖𝗲𝗻𝘁𝗿𝗲, donde el equipo de Training mostró las instalaciones, centrándose en los simuladores del 𝗔𝘃𝗮𝘁𝗮𝗿 𝗜𝗺𝗺𝗲𝗿𝘀𝗶𝗼𝗻 𝗧𝗼𝗼𝗹 y del puente de gobierno. Realizaron un recorrido por los distintos entornos de los programas de la Armada, incluyendo F-100, F-105, F-110, SCOMBA, submarinos S-80 y DORNA, viendo las características de cada programa.

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