Intenso adiestramiento de cuatro veteranas fragatas españolas en guerra de superficie

Cuatro fragatas españolas de la 41ª Escuadrilla de escoltas participan en el ejercicio MAR24-2, en el cual reforzarán capacidades en guerra de superficie. En las maniobras también se despliega un buque de aprovisionamiento en combate, según ha informado la Armada. El jefe de operaciones de la 41 Escuadrilla, teniente de navío Pablo Martínez Tuchao, explicó que el ejercicio pondrá el énfasis en la lucha contra medios no tripulados, tanto aéreos como en superficie. Estas fragatas, de unos 138 metros de eslora, disponen de lanzador misiles MK-13, con capacidad para lanzamiento misiles Standard (antiaéro-antisuperficie) y Harpoon (antisuperficie). Además, pueden embarcar dos helicópteros medios, normalmente Sikorsky SH-60B «Seahawk» con capacidad de lanzamiento de misiles Penguin y Torpedos, o alternativamente drones Scan Eagle.

Este tipo de ejercicios avanzados ponen a prueba los sistemas y dotaciones de las unidades de la Armada, con el objetivo de estar preparados para salvaguardar los intereses marítimos de España. Las fragatas operan integradas, de forma que tengan mayor capacidad de detección y destrucción de las amenazas enemigas.

La Armada ha difundido una espectacular imagen de cuatro fragatas navegando de forma conjunta: la Fragata «Santa María» (F-81); la Fragata «Victoria» (F-82); la Fragata « Numancia» (F-83); y la Fragata «Navarra» (F-85). Forma parte de la clase F-80, una serie de seis buques construidos en Ferrol y con base en Rota (Cádiz).

Se trata de buques que cuentan con una gran veteranía estando al servicio de España desde 1984. Desde entonces, han participado en numerosas misiones internacionales. Está prevista su sustitución paulatina por las futuras fragatas F-110 que se encuentran ya en construcción, ha recordado la Armada.

El pasado mes de enero, la Armada completó la primera fase de Mar-24. En aquel momento, las fragatas Santa María, Numancia, Reina Sofía y Navarra se desplegaron en el Golfo de Cádiz y mar de Alborán, en un escenario de combate con el objetivo de aumentar el adiestramiento avanzado frente a múltiples amenazas. En concreto, acciones tácticas contra submarinos, defensa contra misiles y bombas lanzadas desde aeronaves, tiros de cañón contra blancos de superficie, defensa contra ataques de embarcaciones rápidas y aeronaves a baja cota.