Centro Nacional de Inteligencia El «traidor» del CNI cumple un año en prisión
El 29 de septiembre de 2023, hace justo un año, son detenidos dos agentes del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) acusados de revelar información reservada a la Agencia Central de Inteligencia (CIA) estadounidense. Los sistemas de control interno del centro, que funcionaron con gran precisión, detectaron que se estaban sustrayendo datos sensibles del centro. Inmediatamente se puso el foco en dos de los agentes y la investigación se fue estrechando. Efectivamente, se pudo comprobar que esas dos personas estaban filtrando información a Estados Unidos y, con las pruebas que se fueron recabando, el CNI puso los hechos en conocimiento de la Fiscalía. La Fiscalía, por su parte, dio traslado a la Policía Nacional que procedió a su detención. Uno de los agentes ha cumplido ya un año de cárcel en una prisión militar, una dura medida preventiva que da idea de la solidez de las pruebas que el juez tiene en sus manos, y de la postura sostenida por la Fiscalía y la Abogacía del Estado. Se trata de un militar de carrera con una larga trayectoria en el servicio de inteligencia. El otro individuo fue puesto en libertad con cargos. A ambos se les abrió el correspondiente expediente disciplinario.
¿Por qué estos dos agentes se convirtieron en «traidores»? Uno de los factores que puede explicar su comportamiento es, obviamente, el pago de una contraprestación económica. Pero hay otro factor que no puede dejar de tenerse en cuenta: el ego. Ciertas discrepancias con la línea de trabajo marcada por el Centro pueden llevar a un experto agente a poner en manos de otra Agencia material del que dispone para reafirmar sus posicionamientos, en lugar de asumir la lógica de una cadena de mando. En cualquier caso, los funcionarios del CNI fueron investigados por revelación de secretos, aunque los hechos también podrían ser constitutivos de una versión agravada de ese delito, como es la traición por espionaje para una potencia extranjera, que puede castigarse con entre 6 y 12 años de prisión.
El Gobierno español expulsó a los agentes estadounidenses que captaron a los dos agentes del CNI. Las expulsiones se llevaron a cabo tras la protesta formal de los ministerios de Defensa, del que depende el Centro Nacional de Inteligencia, y Exteriores. Sea como sea, el resultado de este incidente permitió comprobar que los sistemas de alarma del Centro funcionan correctamente, y que en este caso el CNI le dobló el pulso a la Inteligencia norteamericana.
Un antecedente fue el de Roberto Flórez, el ex agente del Centro Nacional de Inteligencia condenado a nueve años de prisión por traición, tras sustraer documentos secretos con la intención de venderlos a Rusia. Florez fue juzgado en la Audiencia Provincial de Madrid, en febrero de 2010 fue condenado a 12 años por traición. Meses después, en diciembre, el Tribunal Supremo rebajó la pena a 9 años. Florez se convirtió en el primer condenado por este delito en la democracia española.