Cuatro fragatas españolas participan en los ejercicios MAR-24Armada Española

Armada | Ejercicio MAR 24-2  Cuatro fragatas españolas repelen un ataque coordinado de un enjambre de drones

Una agrupación naval española, compuesta por las fragatas «Reina Sofía», «Navarra», «Canarias», «Méndez Núñez» y el buque de aprovisionamiento de combate «Patiño», realiza un tránsito de 35 millas náuticas por un estrecho internacional amenazado. Por sus características geográficas y geoestratégicas, podría tratarse de una zona en el sur del mar Rojo, el estrecho de Bab-el-Mandeb. La situación es de máximo riesgo. La presencia de fuerzas militares convencionales y células insurgentes convierten el paso del estrecho en un polvorín. Se trata de un escenario de gran incertidumbre y volatilidad. Cualquier chispa puede desencadenar un fuego cruzado. Existe una notable presencia de tráfico pesquero y mercante. Los buques españoles llegan a las las proximidades de una isla, de características similares a la de Perim, una isla de Yemen en el estrecho de Bab-el-Mandeb, con una línea de costa de unos 8 kilómetros.

De repente, estalla el ataque. Durante toda una mañana, los buques de la agrupación española son hostigados por hasta siete drones de diferentes clases, lanzados desde tierra y embarcaciones insurgentes, efectuándose ataques coordinados que obligan a las dotaciones de los buques a emplearse a fondo para repeler la agresión. Tras horas de arduo enfrentamiento, el grupo naval español consigue imponerse gracias a sus capacidades militares. Y a su destreza.

Uno de los drones que participa en el ejercicio MAR 24-2 de la Armada españolaArmada Española

Esta escena forma parte de un ejercicio militar en el marco de las maniobras MAR 24-2, pero podría perfectamente responder a una situación real. La situación geoestratégica actual obliga a una preparación a fondo para afrontar circunstancias como las descritas. En un caso como este es clave mitigar los posibles daños derivados de los ataques, preservando la capacidad de combate de la agrupación.

Dicho ejercicio táctico avanzado de ataque masivo de drones ha sido programado y dirigido por la 41 Escuadrilla de Escoltas, y ha contado con la colaboración del Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA). El escenario de Bab-el-Mandeb, zona clave para la seguridad marítima internacional, y la isla se recrearon de forma ficticia frente a la costa de Huelva. La operación estuvo bajo el mando del comandante de la Escuadrilla, el capitán de navío Ernesto Grueso García, embarcado con su Estado Mayor Desplegable a bordo de la fragata «Navarra», que ejerce como buque de mando de la agrupación.

Desde la Armada se considera que el ejercicio de defensa contra drones ha supuesto un hito en la simulación de esta amenaza emergente, tan de actualidad en escenarios como el mar Rojo.

El ejercicio MAR 24-2, que está enfocado principalmente en el área de guerra sobre la superficie, comenzó el pasado 23 de septiembre y se prolongará hasta el 4 octubre en aguas del sur peninsular. Además de los tres pilares fundamentales del área de guerra sobre la superficie, MAR 24-2 «ha sido diseñado para permitir seguir avanzando en el diseño y análisis de técnicas de defensa contra vehículos no tripulados, amenaza basada en técnicas disruptivas presente en diferentes teatros de operaciones la actualidad».

Actualmente, las fragatas de la 41 Escuadrilla de Escoltas que despliegan en la operación Atalanta, llevan instalados los nuevos sistemas C-UXV Guardian 2.0 y Sentinel 30 de EM&E y CROW de INDRA, que refuerzan sus capacidades de defensa contra esta amenaza emergente.