El Ejército de Tierra se vuelca en Valencia tras la DANA El mensaje del teniente coronel Domingo a los voluntarios: eviten las zonas de trabajo de maquinaria pesada
Destaca el excepcional trabajo del voluntariado que llega de toda España y hace un llamamiento para que entren a las zonas de emergencia antes del amanecer, de forma que no coincidan con la entrada de maquinaria
«El Ejército de Tierra va a estar aquí todo el tiempo que sea necesario”, afirma destacando el tremendo esfuerzo logístico
«La situación que yo encontré era devastadora. He estado desplegado en misiones en Afganistán o Líbano, por citar algunas. Pero aquí el escenario es de una gran destrucción. Son kilómetros y kilómetros y kilómetros cuadrados devastados. El nivel de desolación es impactante. Es un estado que parece de guerra. Solo he visto algo similar en Afganistán». Estas palabras las pronuncia el teniente coronel Pablo Domingo Fernández, Jefe del Batallón de Infantería Mecanizada Covadonga, del Regimiento Asturias, 31, en la Brigada XII (Madrid). Domingo es el jefe de un grupo táctico del Ejército de Tierra en apoyo a la UME. Su trabajo está siendo esencial para el apoyo a la recuperación de la zona afectada por la DANA. Pese a ese escenario propio de un escenario bélico, el teniente coronel atisba luz en el terrible túnel. «Acabo de llegar precisamente de hacer una evaluación en Paiporta, a mis ojos la localidad más afectada, y se nota la mejoría. Sí, falta mucho trabajo. Hay escombros, material de desecho en la calle, barrizal... pero la mejoría es evidente», indica ofreciendo esperanza en medio del caos.
Su grupo se encuentra en la zona de Valencia más afectada por las inundaciones, en localidades como Paiporta, Catarroja, Alba, Aldaya... El grupo táctico está compuesto por cinco subgrupos tácticos, con aproximadamente unos 100 efectivos cada uno y una compañía de zapadores con maquinaria pesada y ligera, además del apoyo logístico correspondiente.
¿Cuál es el principales problema que están encontrando en una situación tan compleja? «Yo creo que el principal problema es la coordinación —afirma Domingo—. Se encuentran funcionando todas las capacidades del Estado, de la comunidad autónoma y de las administraciones locales. Aquí está apoyando policía de Madrid, policía foral de Navarra, bomberos de León, bomberos de Cantabria, voluntarios... la coordinación de toda esa «voluntad de trabajo» es muy complicada. El pasado fin de semana, por ejemplo, la afluencia de voluntarios de toda España fue masiva. Y hay que agradecerla, evidentemente. Pero no deja de ser un esfuerzo de coordinación ímprobo. Imagina maquinaria pesada trabajando para desescombrar y miles de personas circulando en todas direcciones».
Trabajar codo con codo
En este sentido, el teniente coronel aconseja «trabajar codo con codo». Y pone un ejemplo: «mis compañías, por ejemplo, despliegan en el terreno. El procedimiento más común habilitado es que asisten a una reunión a primera hora de la mañana con alguna autoridad local. Allí se les dice dónde hay más trabajo, dónde menos. Hay representantes de toda la sociedad. Están los bomberos, las policías, los voluntarios... se forman grupos y se ponen todos a trabajar». «Por parte del Ejército de Tierra —prosigue— lo que procuramos siempre, evidentemente, es poner en valor nuestra organización, nuestra jerarquía y nuestra disciplina. Creo que somos auténticos expertos en la gestión del caos, y aquí lo que hay es caos. O lo había, porque ahora se ha reducido considerablemente. Todos ayudamos, pero se necesita coordinación», subraya.
Mensaje a los voluntarios
¿Cómo puede mejorarse la operatividad? En este punto, el teniente coronel dirige un mensaje a los voluntarios: «No todo el mundo que llega aquí sabe que en la mayoría de las plazas de los pueblos tiene lugar ese reparto de tajo por las mañanas. La gente se junta a las 8 de la mañana en los pueblos, y las autoridades locales dicen dónde hace más falta trabajo. Que los voluntarios sepan que las autoridades locales se están organizando».
En segundo lugar, este experimentado militar recalca que «aquí lo que hace falta fundamentalmente es trabajo de ingenieros; es decir, maquinaria pesada y ligera. Y la maquinaria es peligrosa. Es peligrosa por su propio movimiento. Es importante que se evite las zonas de trabajo de maquinaria por dos razones: por seguridad del personal y porque la maquinaria maximiza su esfuerzo cuando puede trabajar sin preocupación por los accidentes. Yo, en particular, tengo que derivar a soldados para hacer labores de control de movimientos alrededor del trabajo de maquinaria pesada porque, si no, los metros cúbicos de escombro que mueven se reducen drásticamente".
El militar aplaude el excepcional trabajo de los voluntarios, pero hace un llamamiento para que «entren a las zonas de emergencia antes del amanecer, porque si no intentamos todos entrar entrar entre las 8 y las 10 de la mañana. Y ahí es cuando entran los convoyes». Por lo tanto, aboga por sincronizar la entrada de voluntarios, que es necesaria, con la entrada de entidades del Estado.
Hechas estas consideraciones, Domingo reitera que «a mí me han impactado muchísimas cosas, pero yo destacaría el volumen de voluntarios: gente de toda España, todos a una. Es sorprendente y gratificador a la vez. La población echándose una mano».
Otra cuestión importante es la referida a los plazos que se calculan para el ansiado regreso a la normalidad. Pero lo cierto es que aún no hay respuesta a esa pregunta. «El Ejército de Tierra va a estar aquí todo el tiempo que sea necesario. ¿Cuánto va a ser eso? Me encantaría saber si voy a pasar las Navidades aquí, pero no lo sé. Lo que sí sé es que estaremos todo el tiempo que sea necesario, eso seguro».
El teniente coronel Domingo no quiere dejar de poner de manifiesto «el tremendo esfuerzo logístico» que está llevando a cabo el Ejército de Tierra. «No nos damos cuenta de que los miles de militares desplegados tienen que dormir, tienen que comer, tienen que ducharse, que tienen que lavar ropa... es un esfuerzo ímprobo desde el punto de vista logístico que está desarrollando también el Ejército de Tierra».