Armada española Un patrullero vigila las plazas de soberanía españolas en el norte de África reclamadas por Marruecos
Fría madrugada en el mar de Alborán. De repente, se rompe la aparente tranquilidad de la noche. Salvamento Marítimo de Almería emite un mensaje de emergencia. Es una alerta a los buques que transitan la zona. Se ha detectado una embarcación a la deriva con al menos una treintena de inmigrantes a bordo.
El patrullero de altura «Atalaya» (P-74) se encuentra en la zona, a unas 30 millas a poniente de la isla de Alborán. Nada más recibir la alerta, se activa de inmediato. Al poco tiempo, y junto con el buque «Ciudad de Melilla», detectan la pequeña embarcación.
Ambos barcos informan a Salvamento Marítimo de Almería y se envía a la embarcación «Salvamar Gienah», con base en el puerto de Motril, para ayudar a la embarcación a la deriva.
El patrullero de la Armada permanece en las proximidades de la embarcación. No pasa mucho tiempo cuando detectan que algo va mal. El cayuco naufraga y todos sus ocupantes caen a la mar. En ese momento y a toda velocidad, el buque activa los protocolos de salvamento, seguridad de la vida humana en la mar y atención a náufragos. Gracia a esa velocidad de reacción se logra rescatar a 36 inmigrantes de origen magrebí quienes, una vez a bordo, reciben por parte de la dotación atención sanitaria por hipotermia y ansiedad, abrigo y manutención, tal y como informó el Estado Mayor de la Armada.
Finalmente, a primera hora de la mañana, los 36 supervivientes embarcaron en el buque de Salvamento Marítimo «Salvamar Gienah» y fueron trasladados al puerto de Motril.
Este es solo un ejemplo reciente de la labor del patrullero Atalaya, pero no es ni mucho menos el único. Este buque de la Armada es clave para la vigilancia de una zona de máxima prioridad para España.
La misión principal del ‘Atalaya’ ha sido garantizar la seguridad de los espacios marítimos de soberanía e interés nacional. Para ello, realiza labores de vigilancia en el mar Mediterráneo occidental y mar de Alborán, cubriendo la Zona Económica Exclusiva española.
Durante su despliegue, que acaba de finalizar, el patrullero ha llevado a cabo diversas actividades de vigilancia y control del tráfico marítimo, supervisión de la actividad pesquera y protección de las líneas marítimas de comunicación más importantes, en coordinación con el Centro de Operaciones y Vigilancia de Acción Marítima.
También se destacó su presencia naval en las proximidades de la isla de Alborán y en las plazas de soberanía del norte de África. Esta presencia es fundamental ante las reclamaciones de Marruecos, que periódicamente resurgen con intensidad. Las reivindicaciones marroquíes son constantes en numerosos ámbitos diplomáticos y políticos internacionales. También han continuado las reclamaciones en relación con las aguas de soberanía de Canarias o los islotes españoles.
De hecho, la presencia en la zona de buques de la Armada es intensa. En los últimos meses han efectuado misio es el Buque de Acción Marítima (BAM) Rayo P-42, el buque de asalto anfibio Galicia o las fragatas Reina Sofía (F-84), Navarra (F-85) y Canarias (F-86).
No hay que olvidar que a principios de junio el Gobierno ha enviado una nota verbal a Marruecos para trasladar su queja por la carta en la que el Gobierno del país vecino afirmaba ante la Unión Europea que Ceuta y Melilla son ciudades marroquíes. Y En agosto, un mapa oficial de Marruecos «anexionaba» las ciudades autónomas.
Después de esta intensa labor de patrullaje, con más de 3.923 millas navegadas, en 21 singladuras, el ‘Atalaya’ ha concluido su misión con éxito regresando a su base.
Otras misiones
El Atalas ha participado como apoyo asociado en la Operación Sea Guardian de la OTAN y en FRONTEX-INDALO de la Unión Europea.
Durante su despliegue, el patrullero ha contribuido asimismo a la vigilancia y protección del patrimonio arqueológico submarino y las zonas de especial protección medioambiental bajo el proyecto «Life IP Intermares» (red Natura 2000).