Diferencia entre voto en blanco, voto nulo y abstención en las elecciones gallegas

El próximo domingo, 18 de febrero, se celebran elecciones autonómicas en Galicia de forma anticipada después de que el actual presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, convocara los comicios el pasado mes de diciembre. Así, en a penas unos días unos dos millones de gallegos podrán ejercer su derecho en las urnas, ya sea de forma presencial o por correo.

Las encuestas de momento dan la victoria al candidato del PP, Rueda, pero el último barómetro del CIS no le asegura la mayoría absoluta que consiguió en varias ocasiones su predecesor, Alberto Núñez Feijóo, ahora al mando de los populares a nivel nacional. Esto haría que la izquierda, en coalición BNG-PSdeG, tuvieran la posibilidad de formar gobierno.

Con todo, hay todavía un gran número de ciudadanos que no tiene muy claro a quién votará el 18 de febrero y muchos se abstendrán o votarán en blanco. Pero, ¿sabes cuáles son las diferencias entre los distintos tipos de voto?

Abstención, voto en blanco y voto nulo

En el ámbito de las elecciones, los términos abstención, voto en blanco y voto nulo son fundamentales para entender las diversas maneras en que los ciudadanos pueden expresar su voluntad o descontento. Cada uno de estos actos tiene implicaciones diferentes y refleja distintas posturas frente al proceso democrático.

La abstención se refiere a la decisión de no participar en el acto electoral. Quienes se abstienen optan por no ejercer su derecho al voto, ya sea por desinterés, descontento con las opciones disponibles o cualquier otra razón personal. Este acto no deja marca en las urnas pero sí incide en el porcentaje de participación, ofreciendo una visión del desapego o la apatía de parte de la población hacia el proceso electoral o los candidatos disponibles.

El voto en blanco, por su parte, es una expresión activa de indecisión o descontento. Al entregar una papeleta sin seleccionar a ningún candidato, el votante decide participar en el proceso electoral pero declara que ninguna de las opciones le satisface. Este tipo de voto se cuenta en el total de sufragios emitidos, pudiendo influir en el resultado electoral, especialmente en sistemas donde el porcentaje de votos válidos es relevante para determinar la distribución de escaños o la validez de la elección, como es el caso de España.

En contraste, el voto nulo surge cuando la papeleta se entrega con marcas o alteraciones que impiden su validación. Puede ser el resultado de un error al marcar o de una decisión deliberada de invalidar el voto. A diferencia del voto en blanco, el voto nulo se considera un error y no se contabiliza en el total de votos válidos, aunque sí se registra dentro del total de votos emitidos.

Estas tres formas de expresión electoral son esenciales para comprender el panorama político y social de una región. Mientras que la abstención refleja desinterés o descontento con el proceso electoral en su conjunto, el voto en blanco y el voto nulo expresan una participación crítica dentro del mismo, señalando ya sea la insatisfacción con las opciones presentadas o la intención de protestar contra el sistema electoral.

Entender la diferencia entre abstención, voto en blanco y voto nulo es clave para analizar los resultados electorales y el estado de la democracia en una sociedad. Estas acciones, más allá de su impacto numérico en los resultados, revelan el sentir de la ciudadanía hacia sus representantes y el sistema político, siendo un termómetro del compromiso cívico y la salud democrática.