El BNG absorbió a los votantes de un PSOE gallego en su peor momento histórico

A falta de los estudios post electorales, el evidente desplome del PSOE en Galicia hace temblar unos cimientos ya de por sí debilitados del partido a nivel nacional. El PSDeG se desangró en una noche electoral donde quedó confirmado el trasvase de votos hacia el partido de Ana Pontón, el BNG.

Las encuestas ya lo pronosticaron. Concretamente, la publicada por El Debate y elaborada por Target Point subrayaba la falta de fidelidad de la que adolecían los socialistas antes de los comicios autonómicos. El último estudio, realizado diez días antes de que los gallegos depositasen su voto en las urnas, reflejaba la caída en picado confirmada en la noche del domingo.

El PSOE gallego contaba con apenas un 43,6 % de votantes fieles. Es decir, de personas que los habían elegido en los anteriores comicios y lo volverían a hacer. La cifra más preocupante se observaba en aquellos que confiaron en ellos y lo han hecho ahora en el partido nacionalista. Un 25 % de los votantes socialistas se pasaron al Bloque y un 8,1 % lo hicieron al PP. Además, el PSDeG contaba con la cifra más alta de indecisos llegan a superar el 13 %.

Peor resultado histórico

La pérdida de escaños del PSOE en Galicia representa su peor cifra histórica. El desplome se tradujo en una bajada de cinco escaños que hizo que su representación parlamentaria pasase de 14 a 9.

Este descenso se ha repetido en las últimas elecciones autonómicas, aunque, en esta ocasión, las cifras han sido aún más sangrantes. De manera más concreta pueda observarse como las dos últimas elecciones –celebradas en 2016 y 2020– ya representaban las cifras más bajas del partido gallego. Desde 2009, los socialistas no han hecho más que perder escaños.

Por provincias, el partido también ha perdido en todas ellas menos en Lugo donde, precisamente, Besteiro fue presidente de la diputación provincial hace unos años.

Una campaña ‘conjunta’

El candidato del PSOE a la Xunta electoral, José Ramón Gómez Besteiro, protagonizó una campaña centrada en atacar al Partido Popular. En sus mítines, Besteiro evitó confrontar con el BNG y desacreditar las medidas propuestas por los nacionalistas.

Esta actitud se repitió en los debates electorales donde ambos candidatos dieron por hecho el pacto entre PSOE y BNG si consiguiesen la suma de escaños suficientes para arrebatarle el Gobierno al Partido Popular.

Finalmente, los electores apreciaron una gran similitud entre ambas formaciones y optaron por la nacionalista que, a pesar de defender postulados radicales en su programa electoral, mostró la cara más amable de Pontón disimulando así sus pretensiones.