Lonja del marisco en el Puerto de Burela (Lugo)Carlos Castro/Europa Press

¿Qué hay de verdad en que el marisco gallego pueda comerse sólo en los meses con «R»?

En Galicia, se dice que «nos meses sin r, marisco non comas, nin marisco merques»

La arraigada tradición de consumir marisco gallego durante los meses con «R» se fundamenta en la idea de que estos períodos, caracterizados por temperaturas más frescas, ofrecen las condiciones ideales para la captura de mariscos en su óptimo estado de sabor y calidad. Estos meses, que incluyen enero, febrero, marzo, abril, septiembre, octubre, noviembre y diciembre, son considerados por muchos como la época propicia para disfrutar al máximo de este producto, enraizando así esta costumbre en la costa.

No obstante, el marisco gallego se puede disfrutar durante todo el año. Sin embargo, es importante tener en cuenta que algunas especies tienen momentos óptimos para ser degustadas y, de esta manera, aprovechar al máximo la calidad y la variedad que ofrece a lo largo de las estaciones.

¿Cuándo se pude comer marisco?

En Galicia, se dice que «nos meses sin r, marisco non comas, nin marisco merques» (en los meses sin «r», marisco no comas ni compres), por lo que, si nos dejamos guiar por este dicho popular, el marisco gallego es más recomendable consumirlo durante todos aquellos meses que tienen la letra «r» en su nombre. Es decir, entre el mes de septiembre y el mes de abril.

Esta creencia de evitar el consumo de marisco durante los meses de mayo, junio, julio y agosto tiene sus raíces en el pasado, cuando las condiciones de conservación no eran óptimas y el calor aumentaba el riesgo de que el marisco se echara a perder más rápidamente.

Sin embargo, la realidad es otra; lo que ocurre es que los meses de verano son periodos reproductivos para la mayoría de los mariscos por lo que su peso y su sabor se ve afectado.

Por lo tanto, se puede disfrutar del marisco gallego a lo largo de todo el año, solo que varía la especie específica que se consume porque durante ciertos períodos, algunas especies pueden entrar en veda o estar en etapas de desarrollo en las que no ofrecen su mejor sabor o calidad nutricional.

La veda es el periodo durante el cual no se puede pescar en las costas de Galicia ciertas especies. La veda es determinada de forma anual por medio de una resolución que emite la Comunidad Autónoma de Galicia y es de obligatorio cumplimiento para toda la industria pesquera. El periodo de veda está establecido para aquellos momentos en que las especies se encuentran en plena etapa reproductiva.

Por lo tanto, aunque es posible encontrar marisco gallego en cualquier momento, es recomendable consultar la temporada específica de cada especie para aprovechar al máximo su frescura y sabor.

De manera general; se puede decir, salvo excepciones circunstanciales que los mejores meses para consumir los berberechos, almejas, zamburiñas, ostras, navajas o vieiras van desde septiembre u octubre hasta marzo o abril que es cuando cuentan con una mayor calidad. Desde diciembre a febrero el pulpo y la sepia está en su mejor momento; mientras que los calamares alcanzan su estado óptimo en agosto, septiembre y octubre.

En lo que a crustáceos se refiere; el bogavante y langosta son idóneos para los meses de invierno mientras que los langostinos, gambas y cigalas para la primavera. El buey de mar, centollo, nécoras y percebes son ideales para consumir desde octubre o noviembre hasta enero o febrero.