Este es el proyecto que pretende regular la condensación de la Catedral de Santiago para mejorar su conservación
Con los datos recogidos se podrán abrir y cerrar las puertas y rejillas necesarias para optimizar el ambiente
La Catedral de Santiago quiere poner en marcha un nuevo proyecto con el que se pretende mejorar la conservación de policromías y maderas de su interior.
Siendo uno de los lugares más visitados de todo el país, con medio millón de personas anualmente, la Catedral acapara todas las miradas de la capital gallega.
Por ello se ha creado un modelo de conservación basado en calcular las condiciones del aire a partir de una copia digital del templo católico que empleará datos meteorológicos.
En ello han trabajado durante dos años los investigadores Jorge Mira, Alberto Otero y Alberto Pérez, que había participado previamente en la mejora de la circulación del aire durante la pandemia. Además, el proyecto ha estado impulsado por la Xunta, la Fundación Catedral y el Centro de Investigación e Tecnoloxía Matemática gallego.
«Fue muy difícil y hay mucho trabajó detrás. Estamos orgullosos porque creemos que es la primera vez que se hace en España», aseguró durante la presentación Mira.
El estudio quiere minimizar los problemas de humedad y condensación masiva típicos del clima de la ciudad. Lo harán a través de una reconstrucción en digital de la Catedral que calcula la superficie de aire, que se ha contado en 60.000 metros cúbicos.
Con los datos se podrán abrir y cerrar las puertas y rejillas necesarias para optimizar el ambiente y que el interior pueda conservarse de una mejor manera.
«Se puede experimentar y llegar a saber qué pasaría en ciertas circunstancias», ha trasladado el director de la Fundación Catedral, Daniel Lorenzo, que fue el primero en percatarse del problema durante las restauración del Pórtico de la Gloria.
El conselleiro de Cultura, Educación, FP e Universidades, Román Rodríguez, ha participado en la presentación de este viernes y ha valorado que sean «compatibles» los avances tecnológicos con la conservación del patrimonio, en este caso, para la conservación del bien que «más nos identifica como país».
Además, tanto el director de la Fundación Catedral como los investigadores coincidieron el que se deberían instalar «sensores en el exterior para conocer la velocidad del tiempo en la fachada».